Aceptación del bitcoin: una cuestión de confianza
El bitcoin forma parte de las llamadas criptomonedas y consiste en un sistema de pagos electrónico, público y descentralizado universal basado en la tecnología de blockchain. En el poco tiempo que tiene de existencia (desde 2008) ha demostrado ser una opción real frente al dinero fiduciario, pero se enfrenta a un gran obstáculo.
Como parte de su formación académica como doctor en desarrollo regional en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), bajo la dirección académica del profesor Mario Camberos Castro, académico de la Coordinación de Desarrollo Regional, Carlos Roberto López Zambrano realizó una tesis de investigación que tuvo como objetivo demostrar que la confianza es el factor principal que explica la aceptación del bitcoin.
Para abordar el problema de investigación partió de la hipótesis que, con base en las principales teorías monetarias, señala que la confianza es un factor determinante para que una moneda sea aceptada. Para probar lo anterior, aplicó una encuesta compuesta por 198 cuestionarios a miembros de grupos relacionados con las criptomonedas en la red social Facebook.
Entre sus principales hallazgos encontró que el hábito, es decir, su falta de uso, destaca como el principal factor que influye en la aceptación y la intención de uso de bitcoin. En menor medida, la motivación hedonista, esto es, el grado de diversión o placer que experimentan los usuarios de bitcoin, es otro factor de relevancia para los encuestados, seguido de la incertidumbre en el valor de su precio.
Sobre la confianza, la evaluación indica que las garantías estructurales, la tecnología blockchain y la familiaridad son los elementos clave que determinan la intención de uso.
La tecnología blockchain corresponde al registro de todas las transacciones por confirmarse en bloques, que contienen el bloque anterior, las marcas temporales de cada transacción y las transacciones entre las direcciones. Cada vez que se genera un bloque se realiza un procedimiento criptográfico de cada transacción emparejándolas una y otra vez hasta que se consigue una sola ruta al código original. Una vez que se logra, se guarda el código original en el bloque previo, encadenando todos los bloques; esto asegura que cada transacción no pueda modificarse sin antes modificar todos los bloques.
Quienes participaron en la encuesta manifestaron que el riesgo percibido en la intención del uso de esta criptodivisa es bajo; a su vez, se observó una relación positiva entre el nivel educativo y la adopción de dicha moneda virtual. La encuesta es dominada por varones, con un porcentaje de 87% (172) y un rango de edades que van de los 18 a los 44 años (85% de los respondientes).
Ante tales evidencias, que reflejan la necesidad de generar confianza en el uso de la criptomoneda, López Zambrano indicó que los proveedores de servicios relacionados con bitcoin deben enfocarse en generar situaciones de confianza para los usuarios basadas en la seguridad y en las regulaciones estructurales, creando entornos que generen familiaridad entre los usuarios, además de desarrollar contenidos para que los usuarios aprendan o reciban educación sobre el uso de bitcoin.
De acuerdo al joven investigador, uno de los principales retos de este estudio es recabar información oficial sobre el uso de esta moneda, ya que, dada la naturaleza anónima del bitcoin, no existen datos oficiales. No obstante, en una encuesta realizada por Statista en el año 2020, en México el 12% de los adultos utiliza alguna criptomoneda, lo cual posiciona a este país en el sexto a nivel mundial en términos de adopción, por detrás de Turquía, Brasil, Colombia, Argentina y Sudáfrica.