Alimentación y Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es un padecimiento neurológico progresivo que se caracteriza por la acumulación de placas de péptidos beta-amiloides y neurofibrillas tau en las neuronas, produciendo alteraciones en el sistema nervioso central, como deterioro en la habilidad para el habla y funciones motoras, así como pérdida de memoria y masa encefálica. Esta enfermedad está clasificada como un tipo de demencia senil.
El Alzheimer afecta alrededor de sesenta millones de personas aproximadamente en todo el mundo, y se estima que se manifiesta predominantemente en mujeres mayores a sesenta y cinco años. En México, alrededor de un millón trecientas mil personas la padecen, y causa cerca de dos mil defunciones al año.
La causa de la enfermedad de Alzheimer aún se desconoce actualmente, sin embargo, se han detectado factores de riesgo a través de años de investigación científica y clínica. Por ejemplo, factores de susceptibilidad genética (familiares que la hayan padecido), edad avanzada (mayores a sesenta años), exposición a compuestos tóxicos, enfermedades del sistema inmunológico, padecimientos bucodentales, diabetes, tabaquismo y síndrome metabólico son algunos de los factores que pueden contribuir al desarrollo de esta enfermedad. Asimismo, se ha observado que algunos hábitos alimenticios pueden representar un factor de riesgo; afortunadamente, estos pueden ser modificables.
El daño que causa la enfermedad de Alzheimer al cerebro se debe a que promueve la falta de comunicación entre neuronas, a consecuencia de deposiciones de péptidos beta-amiloides y neurofibrillas tau, que se localizan normalmente en estas células y tienen roles importantes en su fisiología normal. El tratamiento actual incluye el uso de fármacos, terapia física y social, lo cual ayuda a disminuir el progreso neurodegenerativo (disminución en la función nerviosa).
Sin embargo, diversos estudios han mostrado que una dieta rica en alimentos de origen vegetal puede también generar un beneficio importante. Uno de los factores que puede promover el buen estado del cerebro es el consumo de una dieta sana, rica en productos de origen vegetal. El consumo de algunos alimentos como la uva y la cúrcuma se ha asociado con beneficios al cerebro, debido a que poseen compuestos bioactivos, en particular compuestos fenólicos como el resveratrol y la curcumina, que ejercen efectos protectores.
Son varias las investigaciones que demuestran que estas moléculas evitan que los péptidos beta-amiloides y tau se acumulen dentro de las neuronas, lo cual evita la muerte neuronal. Los beneficios del consumo de estos alimentos y las moléculas que contienen son que pueden disminuir el deterioro cognitivo, conductual y motor durante el curso de la enfermedad.
Cabe mencionar que es de gran importancia consumir estos alimentos desde una edad temprana y a lo largo de la vida para generar condiciones favorables en el cuerpo que ayuden a prevenir el desarrollo de las enfermedades crónico-degenerativas durante la tercera edad, incluyendo la demencia como la que produce la enfermedad de Alzheimer.
Colaboración de Francisco Jonathan Pérez Delgado, estudiante del Doctorado en Ciencias del CIAD; Marcelino Montiel Herrera, investigador del Departamento de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Sonora, y J. Abraham Domínguez Ávila y Gustavo A. González Aguilar, investigadores del Laboratorio de Antioxidantes y Alimentos Funcionales del CIAD.