Alteraciones epigenéticas y microbianas causadas por la diabetes mellitus gestacional
La diabetes mellitus gestacional (DMG) es un tipo de diabetes que se diagnostica por primera vez durante el embarazo y en la cual se presenta un aumento espontáneo de los niveles de glucosa en sangre a finales de segundo e inicios del tercer trimestre de gestación. Su prevalencia a nivel mundial es del 14%, mientras que en México llega a alcanzar el 30.1%.
Normalmente la DMG desaparece al finalizar el embarazo; sin embargo, tanto la madre como el recién nacido adquieren predisposición al desarrollo de enfermedades crónico-degenerativas a lo largo de su vida.
Las causas de la DMG son diversas, desde los genes heredados por nuestros antepasados, hasta los hábitos poco saludables que tenemos en nuestro día a día, como la falta de ejercicio y una dieta alta en azúcares y grasas, entre otros.
Estos hábitos poco saludables impactan en el cuerpo, alterando mecanismos moleculares, entre ellos epigenéticos, los cuales son cambios moleculares o químicos estables que regulan la función génica y pueden ser heredables, y que modifican la composición de la microbiota (principalmente la intestinal). Durante la DMG estas alteraciones no sólo se pueden presentar en la mujer embarazada, sino también en el bebé, favoreciendo la aparición de la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2 (entre otras afecciones).
Los mecanismos epigenéticos son importantes para el correcto funcionamiento de los genes y la microbiota intestinal es fundamental para la salud metabólica e inmunológica (entre otras), y ambos factores pueden ser modulados por nuestro estilo de vida y por el estado de salud, lo que incluye condiciones metabólicas como la DMG.
Bajo este contexto, en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) se realizó un estudio en el cual se analizó la microbiota fecal en el tercer trimestre y al finalizar el embarazo, el plasma de la mujer gestante tomado en el tercer trimestre, la placenta (como una aproximación para conocer la salud fetal) y la microbiota del meconio (primer material fecal) del recién nacido. Como resultado de este trabajo se encontraron algunos sucesos interesantes en el contexto de la DMG.
Hallazgos
En el tercer trimestre de gestación se presentaron alteraciones en los mecanismos epigenéticos analizados, que podrían estar relacionados con factores como inestabilidad en el genoma y la resistencia a la insulina. La microbiota fecal de la mujer gestante presentó alteraciones en taxones relacionados con otros tipos de diabetes y desórdenes metabólicos. Al finalizar el embarazo, los mecanismos epigenéticos se analizaron en la placenta, la cual también presentó alteraciones asociadas a DMG, lo que podría afectar su correcta funcionalidad.
Por otra parte, la microbiota del meconio del recién nacido presentó un aumento del género bacteriano Faecalibacterium, el cual se ha asociado con problemas en el desarrollo cognitivo de los infantes.
La mayoría de estos hallazgos se correlacionaron con los niveles de glucosa en sangre de la madre, indicando que el aumento de la glucosa causado por la enfermedad juega un papel importante en las alteraciones de estos mecanismos.
Si bien, la DMG es una enfermedad no letal y desaparece al finalizar el embarazo, es evidente que el estado de hiperglicemia presente en el segundo e inicios del tercer trimestre gestacional afecta la salud del infante, a pesar de que los niveles de glucosa hayan sido controlados con tratamiento o dieta, por lo cual es importante evitar el desarrollo de la enfermedad desde etapas tempranas.
La población mexicana presenta alto riesgo de desarrollar diabetes debido al tipo de dieta, aunado a que en la mayoría de los mexicanos existe un historial familiar de diabetes y obesidad. Por ello es importante que cuando una mujer planea quedar embarazada o al inicio del embarazo, tome acciones preventivas en su estilo de vida (como hacer ejercicio y tener una dieta alta en fibras pero baja en azúcares refinados, entre otras), en especial las mujeres con sobrepeso u obesidad, edad avanzada o con síndrome de ovario poliquístico, entre otros, ya que estas presentan alto riesgo de desarrollar la DMG. Además, se debe lograr un control prenatal adecuado, con estudios centrados en la detección temprana de la DMG en todas las mujeres embarazadas para evitar que se presente la hiperglicemia, lo que permitiría un diagnóstico y manejo oportuno para reducir las complicaciones tanto de la madre, como la del recién nacido.
Autora: Elda Dennise Lizárraga Lizárraga, egresada del doctorado en ciencias del CIAD, bajo la dirección académica de la profesora Silvia Alejandra García Gasca, investigadora del CIAD Mazatlán.