Tratar de entender la función de una enzima específica que se ubica en la pared celular de raíz, tallo, hojas y fruto de las plantas de tomate, es la tarea que realiza el grupo de investigación que encabeza el Dr. Martín Tiznado Hernández, con la finalidad de hacer nuevos diseños que mejoren las características del producto en postcosecha.
Integrante de la Coordinación de Tecnología de Alimentos de Origen Vegetal (CTAOV), del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, el científico explicó que la idea básica es conocer específicamente la función fisiológica de una enzima en la pared celular del tomate.
“Al ser la pared celular la barrera mas externa de la planta y que cumple una función muy importante de defensa, si la entendemos podría hacer posible el diseño de frutas más resistentes, o plantas que sean capaces de crecer en suelos con menor cantidad de nutrimentos, claro pensando a largo plazo” dijo.
Como parte del proyecto que lleva por título “Función Fisiológica de la Enzima Ramnogalacturonano Liasa en el Comportamiento Postcosecha de Frutos”, se evaluará si el tomate transgénico tiene alguna capacidad que le confiera cierta ventaja sobre el tomate normal. Se probará su resistencia a hongos, que es algo que en el CIAD se ha trabajado y sabe como hacerlo ya que en nuestro grupo de investigación el tomate ha sido un modelo de estudio para eso.
“Existe la posibilidad de que esta enzima induzca la síntesis de moléculas que pudieran servir como señales que participan en la resistencia, es una hipótesis todo eso pero podría ser y hay que ver si es cierto, vamos a ver también si soportan el frio, o algún otro tipo de estrés” mencionó.
La investigación se enfocará en la parte de postcosecha porque para México es muy importante poder tener frutos que soportaran mejor el ataque de los hongos, tengan una vida de anaquel más larga, etcétera.
“Estudiar el tema es relevante porque nuestro país es un exportador muy importante de tomate y la entrada de divisas por parte de esa actividad económica destaca al estar dependiendo de lo que exportemos para el movimiento económico”, señaló.
Tiznado Hernández agregó que este trabajo esta proyectado para realizarse en tres años, tiempo en el cual se invertirán cerca de dos millones de pesos “que se destinarán para clonar por lo menos un gen, expresarlo en bacterias y crear transgénicos”.
Finalmente comentó que a la fecha existe una fuerte discusión en el tema de transgénicos, pero los pocos análisis que se han hecho de composición química de transgénicos no demuestran que sean muy diferentes a los frutos naturales “lo que se ha visto hasta ahorita en variaciones y composición de metabolitos de transgénicos es que estos valores caen dentro de las variaciones naturales debido a las diferencias entre las distintas variedades como consecuencia de la variabilidad genética existente entre ellas, no se ha visto nada raro” reiteró.