Analizan formación ambiental en educación preparatoria
En el contexto actual, sin duda es necesario atender los problemas socioambientales en relación con el desarrollo, lo cual requiere de impulsar cambios de gran complejidad a nivel económico, político y social. En educación se trata de reforzar una mayor conciencia ambiental y un comportamiento a favor del ambiente, exhorto hecho desde distintos foros multilaterales a partir de los años setenta del siglo pasado que llevó a diseñar e impulsar varios programas educativos en casi todos los países y sistemas escolares.
En México, los primeros esfuerzos por integrar la educación ambiental en educación formal se ubican en la década de los años noventa, empezando en educación básica y, poco después, en las escuelas normales y en los sistemas de educación media superior y universitaria.
A casi treinta años de distancia, son pocos los estudios realizados para analizar el impacto de tales esfuerzos institucionales en la conciencia y comportamiento ambiental de las y los educandos. De ahí el proyecto de investigación para obtener el grado de maestra en Desarrollo Regional que elaboró Wendy Judith Pérez Ruiz, titulado “La educación ambiental en el Colegio de Bachilleres: análisis curricular y percepción de estudiantes y docentes”, con la dirección de Beatriz Olivia Camarena Gómez, profesora-investigadora del programa de Estudios Ambientales y Socioculturales del Desarrollo de la Coordinación de Desarrollo del CIAD.
El propósito del citado estudio fue caracterizar la práctica del programa curricular de educación ambiental en el sistema de bachilleres. Para ello se diseñó un estudio de caso de alcance exploratorio-descriptivo en dos fases (revisión curricular y trabajo empírico), para caracterizar el conocimiento y valorar la apropiación de la competencia ambiental en estudiantes y docentes del centro escolar.
Los hallazgos
En bachiller la propuesta ambiental es a través de competencias genéricas, particularmente la competencia genérica desarrollo sustentable (CGDS), la cual se presenta como transversal y tiene el propósito de que las y los estudiantes contribuyan a la sustentabilidad en sus localidades a través de sus acciones cotidianas.
Al ser una propuesta curricular transversal, se esperaría encontrar la CGDS en todos los campos de conocimiento de formación básica (matemáticas, ciencias sociales, ciencias experimentales, humanidades); sin embargo, la revisión curricular mostró que solo está explícita en dos asignaturas del campo de conocimiento de las ciencias experimentales (ecología y medio ambiente y geografía) y en una de las ciencias sociales (estructura socioeconómica de México). En el trabajo empírico, Wendy constató a través de entrevistas que las y los bachilleres consideran relevante la formación ambiental y los temas relacionados con la sustentabilidad, así como preparar a sus maestros en estos temas. Si bien mostraron alta disposición e interés en aprender acerca de los temas relacionados con la sustentabilidad, presentaron un bajo nivel de competencias asociadas al programa curricular. En síntesis, la fase empírica del estudio mostró una caracterización positiva de la CGDS, tanto en estudiantes y docentes, en relación con las variables valoración, conocimiento y apropiación; sin embargo, los estudiantes presentaron conocimientos y apropiación limitada.
En el contexto anterior, la egresada del CIAD recomienda integrar la CGDS en todas las asignaturas del sistema de bachiller, empezando por revisar y reforzar los principales ejes curriculares que tienden a impactar más el conocimiento y manejo práctico de la formación ambiental en estudiantes y docentes.
La principal contribución científica del estudio, compartió Wendy, ha sido valorar la formación ambiental en las y los estudiantes en su práctica escolar cotidiana e identificar los factores y experiencias que impactan más sus competencias ambientales. Asimismo, subrayó la urgencia de construir modelos alternativos que partan de paradigmas que consideren el desarrollo humano, el bienestar y el cuidado de la naturaleza. Para su consecución, indicó, se realizan esfuerzos por parte de diferentes ciencias y, en ese sentido, considera que su investigación contribuye al fortalecimiento de la educación ambiental, al diálogo interdisciplinario y a la conjunción de saberes locales que beneficien a las comunidades.
Por último, compartió que ha sido muy satisfactorio realizar esta investigación y generar conocimiento en el campo de la educación ambiental formal y que su interés es fortalecer su formación en esta línea de investigación para incidir en mejorar la práctica de la educación ambiental en los sistemas escolares de Sonora y México, de manera que las y los estudiantes sean capaces de proponer y ejecutar soluciones a las diversas expresiones locales que asume la problemática ambiental global en sus comunidades.
Colaboración de Wendy Judith Pérez Ruiz, egresada de la maestría en Desarrollo Regional, y Beatriz Olivia Camarena Gómez, profesora-investigadora adscrita al programa de Estudios Ambientales y Socioculturales del Desarrollo de la Coordinación de Desarrollo del CIAD.