Biofortifican frijol para combatir malnutrición
La malnutrición relacionada con ingestas deficientes de minerales tiene consecuencias en la salud pública. Una estrategia innovadora a esta problemática es la biofortificación y la introducción de las nanopartículas en la agricultura, las cuales podrían mejorar la productividad y calidad de los cultivos.
Como parte de su formación académica como maestra en ciencias en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), Nayely Jazmín Gutiérrez Ruelas, bajo la dirección del profesor Esteban Sánchez Chávez, realizó la tesis “Biofortificación de frijol con hierro: efecto en el crecimiento, rendimiento y calidad nutricional mediante el uso de nanofertilizantes”.
Para dicho propósito, el equipo de investigación aplicó hierro de manera foliar en plantas de frijol ejotero en tres diferentes formas: nanopartículas de óxido de hierro, sulfato férrico y quelato de hierro.
Los resultados obtenidos indicaron que las nanopartículas a dosis bajas favorecieron la máxima producción de frutos con incrementos de 88% con relación al control. El tratamiento de nanopartículas fue el más eficiente en incrementar el contenido de hierro y, por lo tanto, el más recomendado para biofortificación en frutos.
Al consumir frijol fortificado con hierro, una persona puede cubrir los requerimientos nutricionales diarios de este mineral. La deficiencia de hierro tiene consecuencias como la anemia, sobre todo en niños y mujeres en edad fértil, señaló Gutiérrez Ruelas.
Además de los beneficios al consumidor, la planta de frijol también tiene beneficios en su desarrollo y sobrevivencia al ser fortificada con hierro, ya que este es un elemento importante para la mayoría de los seres vivos debido a sus múltiples roles en el metabolismo, explicó la joven investigadora.
Agregó que, al incrementar las concentraciones de hierro en la planta a dosis óptimas, se favorece su metabolismo y esto se ve reflejado en la determinación de importantes parámetros agronómicos como el rendimiento y acumulación de biomasa. Asimismo, el hierro es un elemento que participa en diversos procesos fisiológicos y bioquímicos, ya que es cofactor de numerosas enzimas, las cuales están ligadas al desarrollo y crecimiento de las plantas.
Gutiérrez Ruelas comentó que este tratamiento podría ser aplicado a otras hortalizas de consumo popular; sin embargo, habría que evaluar la respuesta de aplicación para cada uno de los cultivos de interés. En la actualidad existen diversas investigaciones enfocadas en mejorar la calidad nutricional de cultivos básicos como el frijol, arroz, maíz y camote, entre otros, con la finalidad de encontrar las dosis y las formas más convenientes para cada uno de ellos.
Indicó que este tratamiento es amigable con el medioambiente, ya que se busca aplicar dosis mínimas de fertilización de manera foliar, utilizando una nueva generación de fertilizantes. Estos, agregó, ofrecen una mayor facilidad de penetración a través de las membranas biológicas debido al tamaño de sus nanopartículas, suministrándolo de manera más efectiva y eficiente en comparación con los fertilizantes convencionales. Lo anterior, concluyó, con la finalidad de disminuir los residuos y daños provocados en el medio ambiente (sobre todo en el suelo) por el uso excesivo y mal aprovechamiento de los fertilizantes agrícolas.