El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, estudia el desarrollo muscular de especies marinas de consumo humano, tanto vertebrados como invertebrados, con el objetivo de acelerar su crecimiento.
La Dra. Silvia Alejandra García Gasca, explicó que la Coordinación Regional de Mazatlán, cuenta con una planta piloto para producción de peces marinos y actualmente están trabajando con pargo y botete, pero se están enfrentando a la problemática de crecimiento porque a estas dos especies les está tomando más tiempo de lo deseado alcanzar el peso ideal para poder seguir con su desarrollo en jaulas de cultivo.
“Antes de iniciar la etapa de engorda en jaulas flotantes en el mar, es necesario que los peces alcancen aproximadamente 20 gramos de peso, esto los hace mas resistentes al medio natural. Si el tiempo de crecimiento deseado toma mucho tiempo, a la institución le cuesta su mantenimiento, entonces lo que buscamos es acelerar el incremento en peso para reducir el tiempo de permanencia en las instalaciones de la planta piloto”.
Con el proyecto “Crecimiento muscular en vertebrados marinos: expresión y función de la miostatina”, al que se han destinado $3,791,828.00 a través de la Convocatoria de Investigación Científica Básica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el grupo de investigación conformado por colaboradores de CIAD Mazatlán, el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR), la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba (CIGB), busca lograr bloquear la ruta de la miostatina en especies marinas como el botete y pargo, para acelerar su crecimiento muscular y con ello reducir los tiempos de producción.
La proteína llamada miostatina, es un regulador negativo del crecimiento muscular que no permite que la masa muscular aumente más de lo normal y lo que se quiere lograr es bloquear ya sea el transcrito y/o la proteína “es necesario primero estudiar y analizar la expresión normal para conocer el momento más adecuado para bloquear la miostatina, ya sea a nivel RNA o a nivel proteína, de esta manera lograremos incrementar la masa muscular y obtener el fenotipo conocido como doble musculatura”.
La investigadora detalló que en estos cuatro primeros años se trabajará con ciencia básica, específicamente en la parte de biología molecular, pero a futuro se busca tener una metodología o incluso un producto que se pueda aplicar en el alimento o en baño de inmersión con la finalidad de bloquear la miostatina. Se probarán diferentes estrategias, desde huevo, cría larval y pre engorda, pero no descartan que puedan usar los mismos métodos durante el período de engorda.
“Este es un proyecto que surge de la necesidad del sector acuícola, pero también de CIAD Mazatlán porque ya estamos ofreciendo disponibilidad de juveniles de pargo para su posterior engorda, además de que se está trabajando en conjunto con productores de la región, que están realizando un cultivo de engorda a escala piloto-comercial de esta misma especie, apoyados por investigadores de la misma institución”.
En este trabajo de investigación, explicó la investigadora, también están incluidos crustáceos y moluscos, en busca de que el camarón, por ejemplo, crezca más rápido y que se coseche más temprano para evitar el daño provocado por virus de la mancha blanca.
Es importante destacar que CIBNOR colabora en la parte de crustáceos y moluscos, la UAQ apoya con experimentos en cultivos celulares, CIGB trabaja en conjunto con CIAD Mazatlán en la parte biotecnológica del bloqueo de la miostatina en peces, mientras que huevos, larvas y juveniles son producidos por el laboratorio de reproducción y cultivo larvario de la propia Unidad.