Actualmente, el diagnóstico para el tratamiento de la gran mayoría de las enfermedades emocionales, tales como la depresión, se realiza a través de las narraciones que brinda el paciente al especialista de la salud, por lo que no hay de por medio una prueba de sangre o una plataforma que permita al médico brindar un análisis certero y personalizado, aseguró el doctor en Ciencias Médicas, José Humberto Nicolini Sánchez.
El investigador del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) y especialista en enfermedades psiquiátricas señaló que uno de los principales objetivos de la medicina genómica –y por ende de la institución a la que pertenece– es contribuir con información científica al desarrollo de la medicina personalizada, para el beneficio de la población mexicana.
Es así que desde hace varios años en el Laboratorio de Adicciones, Enfermedades Neurodegenerativas y Psiquiátricas del Inmegen, el doctor Nicolini Sánchez y un equipo de colaboradores estudian a pacientes con diferentes patologías mentales.
De acuerdo con el especialista, el objetivo de estos estudios es tratar de encontrar las variantes genéticas que están detrás de las enfermedades de la mente, principalmente el trastorno bipolar y la depresión, esta última considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el trastorno mental más frecuente.
El científico, miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con nivel III, explicó que la depresión es una enfermedad del cerebro que afecta profundamente a la emoción y forma de vida de las personas.
El grupo de investigación del Inmegen ha detectado varios genes que pudieran estar asociados con la depresión y el riesgo de suicidio. Entre ellos se encuentran genes del sistema serotoninérgico, por ejemplo los receptores 5HT1a y 5HT2a, así como la enzima limitante de la síntesis de la catecolaminas, la COMT.
En el desarrollo de este proyecto, los investigadores liderados por el doctor Nicolini Sánchez utilizaron información genética de una muestra de pacientes de la Ciudad de México y el estado de Tabasco, el cual presenta una tasa alta de suicidios a nivel nacional, informó el especialista.
“Una de las complicaciones importantes de la depresión es la conducta suicida, es un rasgo particular de la población que nosotros hemos buscado. Hicimos la colecta con un grupo de pacientes que tienen depresión, pero que aparte los ha llevado a tener conductas suicidas ya sea en intento o suicidio consumado. Con ellos hicimos tamizaje de varios genes pero seguimos trabajando en rutas nuevas, y los genes que nos han dado señal significativa han sido la serotonina –un gen asociado en México con características de la personalidad–, que al parecer están involucrados en riesgos de vulnerabilidad”, explicó.
De acuerdo con el investigador, estos estudios han podido confirmar que los sujetos portadores del genotipo de la serotonina, que habían sufrido eventos traumáticos, tenían muchos más episodios depresivos a diferencia de aquellos que no eran portadores de este genotipo.
Conocer los genes que puedan estar involucrados en el desarrollo de la depresión, mencionó el doctor, es un dato muy importante en la medicina, porque a partir de esta información, se podrá implementar un diagnóstico oportuno e intervenciones exitosas para el tratamiento de estas patologías desde el punto de vista molecular.
NUEVAS FORMAS DE TRATAMIENTO
Para José Humberto Nicolini Sánchez, la medicina genómica juega un papel muy importante en el diagnóstico personalizado de las enfermedades de salud mental, por lo que estas investigaciones y nuevos descubrimientos de las variantes específicas de la población mexicana no solo permitirán un mejor tratamiento, sino que además ayudarán a determinar de qué manera influyen los antidepresivos.
“Con datos genéticos podremos percibir el nivel de respuesta de los antidepresivos. Recientemente exploramos estas líneas de investigación para ver de qué manera las personas reciben tratamiento. Esto da un nivel de predicción personalizada al sujeto y es una enorme aportación a la medicina. Ya tenemos algunas moléculas que nos pueden ayudar al diseño de nuevos medicamentos y nuevas formas de entender la fisiología de la enfermedad”, explicó.
Por otro lado, para el también subdirector de Investigación Básica del Inmegen, en un futuro esta información podrá integrarse a una plataforma de diagnóstico que le permita a las personas con algún componente genético estar alertas. Además, ayudará a implementar programas de atención y desarrollar un tratamiento oportuno para mejorar la calidad de vida del paciente y evitar futuras complicaciones.
“Gracias a los datos que se han acumulado durante el desarrollo de esta investigación se podrá, en un futuro no muy lejano, tener un diagnóstico molecular de estas enfermedades mentales. Sin embargo, es preciso profundizar en el estudio de las variantes específicas en la población mexicana”, concluyó el investigador.
Colaboración de Carmen Báez / Agencia Informativa Conacyt
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