Ya se siente el olor del Cempazúchitl, la flor amarilla con que se adornan los altares para honrar a los muertos, se confunde con el incienso, las velas de aroma, y el agradable olor del azucarado pan de muerto al hacer un recorrido por las instalaciones del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD).
En esta ocasión participaron las coordinaciones de Nutrición, Tecnología de Alimentos de Origen Vegetal (TAOV), Desarrollo Regional y del área administrativa el Departamento de Adquisiciones, quienes además elaboraron calaveras para algunos compañeros.
Las imágenes, fotografías e ilustraciones de compañeros, familiares y seres queridos, fueron colocadas en los diferentes altares en memoria de Silvano Guzmán, Mónica Esparza, Ceferino García, Carlos Etchechury, Mariza Pérez, Francisco Vázquez Ortiz, “Don Toño”, la doctora Shoko Doode, Laurita Maytorena, así como madres, padres y hermanos de los colaboradores del CIAD.
En los altares decorados con ingenio, destacan las tradicionales calaveras, los coloridos papeles, prendas de vestir, adornos, dulces, frutas, platillos y bebidas preferidas de los difuntos.
Cabe resaltar que en la cultura mexicana se ha practicado históricamente el culto a los muertos en la intimidad, pero fue poco después de la revolución en el siglo XX, que la generación de artistas e intelectuales como Diego Rivera y Frida Kalho, la llenó de color y la convirtió en una celebración pública de la cual el personal académico, administrativo y estudiantil de CIAD también forma parte.
Según la mitología, en nuestros orígenes en épocas remotas, desde nuestros antiguos pobladores los aztecas, el culto a la muerte era una liberación, y los nobles y valerosos guerreros aspiraban a morir en la piedra de los sacrificios, porque no amaban la vida y consideraban este mundo un lugar de lágrimas y sufrimientos.
El Día de Muertos es una celebración mexicana de origen prehispánico que honra a los difuntos el 2 de noviembre, comienza el 1 de noviembre, y coincide con las celebraciones católicas de Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos.
El 1 de noviembre se celebra el Día de los Santos Inocentes, en recuerdo de aquellos niños que murieron a manos de Herodes, y el 2 de noviembre se festeja el Día de Todos los Santos, en honor a quienes perecieron en edad adulta.