El tiempo y las actividades humanas que han buscado impulsar el desarrollo económico regionalen el último siglo de la historia de Sonora, han hecho que algunas tradiciones agrícolas ancestrales se hayan olvidado o hayan perdido el significado que alguna vez tuvieron como prácticassustantivas para las comunidades nativas de este estado.
Una de estas prácticas es la plantación de “cercas vivas”, una costumbre que pareciera ser más un elemento cultural que una tecnología agrícola-silvícola, rescatada y estudiada en nuestra región por investigadores de la Universidad de Arizona desde la década de los setenta.
De acuerdo a Blanca Rebeca Noriega Orozco, profesora investigadora de la Coordinación deDesarrollo Regional del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), una cercaviva es una valla o barrera elaborada con árboles plantados en hilera, usadas entodo el mundo para proteger sembradíos, zonas agrícolas, delimitar terrenos, labrar los cajones de los lechos de los ríos con sus raíces, e incluso, en la cuenca del río San Miguel de Horcasitas se usan para generar agua superficial con la escorrentía producida por jornaleros agrícolas para alimentar los veneros en el lecho del río.
“Las cercas vivas generan agua superficial permanentemente porque las raíces de los árbolestrabajan para “jalar” el agua del subsuelo y con su copa arbórea también atraen la humedadatmosférica para producir un micro clima, para producir incluso lluvia”, comentó la científica socio-ambiental.
En Sonora, específicamente en el río San Miguel, se construyen estas “cercas vivas de sauce” o cercas deSau, como se les denomina en la cuenca baja a esta importante tradición. Son ejemplo de una práctica ancestral que, al parecer, se heredó de los indios Pueblo, grupos asentados a lo largo del gran río Colorado, el segundo más grande de América, después del Amazonas.
En el río San Miguel, el cual es el mayor afluente del Río Sonora, aún se mantiene viva esta tradición de tecnología indígena heredada, tal vez un legado de la etnia ópata, pues ellos estaban asentados en esazona, y junto con los Yaquis, son de los pueblos autóctonos con larga tradición agrícola.
Según Noriega Orozco, existen indicios que hacen suponer que estas cercas fueron implementadaspor los ópatas para “producir” agua de río. “Ponían y ponen actualmente en la cuenca alta del río San Miguel, una cerca viva de palitos de sauce a su vera, como conteniendo su cauce y las entretejen con seis o siete especies del desierto, como el palo verde, mezquite, palo fierro, álamo, bagote y otras especies ripárias, es decir naturales del río. De tal manera que se produce una pequeña foresta o bosque junto al río” explicó la antropóloga-historiadora.
Esta técnica, con su manejo de foresta generado, provee sustentabilidad al rio en el robustecimiento de la estructura natural del lecho o cajón, y evita también el impacto de las crecidas o inundaciones, pues atrapa lo mejor de estas, que son los nutrientes para el suelo.
EL PRESENTE
Esta práctica era generalizada a lo largo del Río San Miguel, pero a partir de 1940, cuandoempezaron a extenderse los pozos de extracción profunda para la siembra, industrias ynecesidades domésticas, comenzó a desestabilizarse ese sistema.
En la década de los 70 se tiene registrado que se secaron las últimas cercas de sauce en Opodepe,Sonora. Aunque la gente plantara ya no podían funcionar porque las extracciones habíanimpactado la recarga del acuífero y subsuelo en la región.
Actualmente, en Cucurpe, Sonora todavía se acostumbran estas plantaciones para crear terrenofértil para el cultivo. “Ellos (los habitantes) saben que va a venir la crecida del río en determinadaépoca y ponen las cerquitas haciendo más angosto el río para tener más tierra cultivable, rica enlos nutrientes y minerales que trae una crecida del rio”, según la especialista, esto se hacerutinaria y cíclicamente como una tradición, muchas veces sin ser conscientes de ser portadores de una rica tradición tecno-agrícola para producir agua y trabajar por el equilibrio ecosistémico de la cuenca.
UNA ESPERANZA
Noriega Orozco sostiene que en el cultivo de las cercas vivas de sauce existe una parte de la solución a la escasez de agua, y mencionaque en el mundo existen casos de éxito en el manejo ancestral del sauce en la hidrología y formas de usos del agua antiguos, como es el caso de Holanda, país que basa su herencia cultural en la construcción de drenes hidráulicos con tecnologías asociadas al cultivo del sauce, o el caso de Tenochtitlán, ciudad también construida sobre chinampas ancladas por sauces del géneroSalix. … “¿Por qué no habremos de estudiarlos?” concluyó la investigadora.