“La ciencia, la tecnología e innovación son fundamentales para avanzar hacia la sociedad del conocimiento y son la base para contribuir en la solución de los grandes problemas nacionales y regionales”, señaló el doctor Pablo Wong González, director general del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), durante la conferencia magistral: “La investigación científica y tecnológica vista desde los Centros Públicos de Investigación”, llevada a cabo en el Colegio de Postgraduados (Colpos), campus Puebla.
Con el fin de enriquecer la experiencia y el conocimiento de su comunidad estudiantil, el Colpos Puebla organizó una serie de conferencias, la cual tuvo su fin con la ponencia magistral impartida por Wong González, académico con amplios méritos en el ámbito de producción científica.
El doctor en Planeación Regional por la Universidad de Londres, indicó que la ciencia y la tecnología actual deben estar abiertas y vinculadas a las necesidades de la sociedad para contribuir a la solución de los problemas con que se enfrenta.
Comentó que los problemas contemporáneos requieren de un enfoque transdisciplinario, y por lo tanto no es posible resolver los problemas complejos bajo una sola visión, sino que debe existir una vinculación entre la ciencia y la sociedad.
Gracias a esta visión compleja e interdisciplinaria en la investigación de fenómenos se pueden evitar errores del pasado, contribuir en la solución de problemas, lograr un desarrollo sustentable y mejorar la calidad de vida para la población.
No obstante, dijo, si se carece de sustento político y financiero para la realización de las investigaciones, todas estas pretensiones “quedarían cortas “, y reconoció que contar con recursos crecientes para la ciencia, tecnología e innovación supone un gran reto en el país, pues éstos temas no siempre son prioritarios para los gobiernos.
La visión científica ante el cambio de paradigmas sociales
La sociedad está viviendo una constante trasformación de paradigmas, que se refleja en todos los ámbitos del conocimiento; dichos cambios han permeado en el sistema de investigación y en la forma de llevar a cabo los estudios científicos, explicó el académico.
Actualmente se ha dejado de lado lo artificial y se ha revalorizado lo natural, tomando en cuenta las ideas de desarrollo sustentable. En materia científica, la idea de la ciencia dura ha quedado paulatinamente relegada para adaptarse a la búsqueda de métodos alternativos que comprendan a los diversos fenómenos de la realidad a través de la innovación social y la inserción del científico en las comunidades. En el ámbito educativo, este cambio de cánones se manifiestan al suplir el concepto de conocer por aprender y en el vuelco de la educación jerárquica a una más participativa .Igualmente, en el campo económico existe un interés creciente por el capital humano; en lugar de hablar de consumismo ahora se habla de calidad de consumo y en modelos de producción más flexibles que en el pasado.
Detalló que en este nuevo contexto del mundo los fenómenos son cada vez más complejos; debido a ello la importancia recae en el surgimiento de otro tipo de sociedad, donde no solo se habla de tecnología sino de una alta tecnología y en donde la globalización se ha hecho presente, provocando el “achicamiento del mundo”; es decir, el tamaño del mundo se ha reducido en términos funcionales debido a las nuevas tecnologías.
“Para las empresas y para los sectores sociales el mundo ahora es pequeño, pues la geografía ha perdido peso, no en su importancia, sino por los costos de transporte que han disminuido”, explicó.
Hacia la sociedad del conocimiento
Esta evolución de paradigmas ha provocado el avance hacia nuevos tipos de sociedades, con ciclos entre una y otra cada vez más cortos.
De acuerdo con la Unesco, una sociedad del conocimiento es aquella que tiene la capacidad de producir, procesar, transformar, diseminar y utilizar información para el desarrollo humano; sin embargo, para su resultado se necesita el empoderamiento, la inclusión y la participación de la sociedad. Es una herramienta social que abre caminos para la humanización del proceso de globalización.
“La diferencia entre la sociedad de la información y la sociedad del conocimiento es que si esta información no se aplica en la sociedad entonces no hay conocimiento ni hay innovación; está sólo se da cuando el conocimiento es aplicado”, especificó el científico.
Informó que en este tipo de sociedad la producción y el consumo ya no dependen de factores básicos como recursos naturales o el capital, sino del conocimiento, el cual solo puede darse si se tienen mejoras en tecnología, ciencia y personal calificado.
“Se piensa que con las nuevas tecnologías de sociedad del conocimiento las actividades tradicionales como la agricultura y pesca quedarían rezagadas, como si las industrias típicas de alta tecnología son las que habría que impulsar; al contrario, se deben aplicar nuevas tecnologías a los sectores agrícolas y ganaderos; no se trata de impulsar nuevas áreas, sino de cómo llevar nuevas tecnologías a los sectores tradicionales”, recalcó.
Las tecnologías poseen dos caras: pueden ser un factor de impulso para el cambio o un factor de rezago, al igual que la globalización, que presenta ventajas y desventajas, por lo cual es prioritario enfrentar estos fenómenos a través de políticas que favorezcan su crecimiento; de lo contrario no habrá un verdadero avance en la sociedad, concluyó.
Colaboración de Matlazin Guadarrama, reportera del periódico La Jornada http://bit.ly/1L5rF6Z