Indican que la ciencia ofrece la alternativa de cambiar los insecticidas de uso actual por un manejo integral de plagas o por el cultivo orgánico, en donde el resultado es que de manera natural las plagas se aniquilan.
La presencia de plaguicidas compuestos por organoclorados (artificiales) y endosulfan (insecticida altamente tóxico), localizó el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A.C. (CIAD), en peces y aves que habitan en la Bahía del Tóbari, donde pescan decenas de ribereños.
La titular de Laboratorios en Ciencias Ambientales del CIAD con sede en Guaymas, Jaqueline García Hernández, precisó que entre las especies de peces afectadas están las lisas y mojarras, mientras que en aves se estudió a las clasificadas como de colonia, entre ellas el garzón gris, espátula rosada y pedrete corona clara, en donde el estudio realizado en esa zona demostró la presencia de insecticidas utilizados desde los años 60¨s y 80¨s.
Señaló que a pesar de que en la actualidad (2014), los agricultores usan otros pesticidas llamados organofosforados (compuesto orgánico), los cuales no son tan persistentes en el medio ambiente como los utilizados desde décadas pasadas, , los organofosforados tienen un mayor índice de toxicidad en el ecosistema y en la salud humana.
El impacto
“Hay plaguicidas que se usaron entre los años sesenta y ochenta, y aún siguen persistentes en el medio ambiente y están acumulados en la cadena alimenticia, es decir, pasan de bivalvos ( almeja, mejillón, ostras, etc.) a peces y de ahí a las aves”, explicó.
El daño de estos químicos apuntó, no sólo causa efecto en la vida o desorientación de una especie, sino también provoca cáncer en las personas, porque al ser rociados vía aérea viajan kilómetros alrededor de los campos y comunidades agrícolas.
Plaguicidas altamente tóxicos solo hasta 2013
En los valles del Yaqui, en Sonora, así como en Mexicali, Baja California, y en Culiacán, Sinaloa, se ha detectado la presencia de plaguicidas de organoclorados y endosulfan, estos últimos usados hasta el 2013. En Sonora se encontraron en los peces y aves de Bahía de Tóbari, ubicada al suroeste de Ciudad Obregón.
“Hasta el año pasado fue prohibida la utilización del endosulfan, pero antes de que pasara esto, el producto bajó mucho de precio y eso causó que los agricultores compraran en demasía, y eso lo demuestra la concentración que hay en peces y aves”, resaltó.
La doctora consideró que es necesario cambiar los insecticidas que se emplean en los campos agrícolas en la actualidad por un manejo integral de plagas o el cultivo orgánico, para que de manera natural se aniquilen las plagas. En ese sentido, CIAD Guaymas está por iniciar un proyecto para la elaboración de un listado o patrón de uso de plaguicidas para identificar los más tóxicos.
Enseguida se hará contacto con los vendedores, distribuidores y productores para proponerles productos menos tóxicos, sin embargo, el trabajo en esa etapa apenas inicia, concluyó.