Coccidioidomicosis: la fiebre del valle
La coccidioidomicosis, también conocida como la “fiebre del valle”, es una enfermedad causada por hongos, cuyos nombres científicos son Coccidioides immitis y C. posadasii, a menudo conocidos indistintamente como “cocci”. Dicho padecimiento es endémico de regiones áridas y clima desértico del continente americano, tal como el estado de Sonora. Estos hongos habitan, principalmente, en los suelos de regiones geográficas como el suroeste de los Estados Unidos, el norte de México, partes de Centroamérica, Venezuela, norte de Brasil y la región de la Patagonia ubicada entre Argentina y Paraguay.
El ser humano y los animales domésticos como los perros generalmente adquieren la enfermedad por vía aérea, al respirar las esporas de esos hongos que viajan con el polvo arrastrado por el viento. La forma clínica más frecuente en el humano es la coccidioidomicosis pulmonar, la cual puede presentarse como una enfermedad benigna que suele desaparecer con el tiempo.
La enfermedad se presenta de manera similar a una gripe común, con fiebre moderada, dolor de cabeza y escalofríos. Además, se acompaña generalmente de uno o más de los siguientes síntomas: tos (con o sin producción de flema), cansancio, dolor muscular y articular, sarpullidos y pérdida de peso repentina sin explicación aparente.
Las manchas o nódulos pulmonares en las imágenes radiográficas son hallazgos clave durante los casos graves de neumonía por “cocci”. Sin embargo, lo anterior lleva a confundirse frecuentemente con otras enfermedades que causan signos similares, como cáncer de pulmón, tuberculosis y, recientemente, covid-19.
Otra forma sintomática de “cocci” puede presentarse como la diseminación del hongo a huesos, articulaciones, piel y sistema nervioso central, en cuyo caso suele ser difícil de tratar. La coccidioidomicosis meníngea, producida por la migración del hongo hacia sistema nervioso central, puede ser devastadora de no tratarse oportunamente.
El impacto en Sonora
Coccidioides spp. es considerado una de las principales causas de neumonía adquirida en la comunidad en regiones áridas como la frontera sur de Estados Unidos y el norte de México. Sonora se encuentra entre los estados más aquejados por la enfermedad, aunque la información epidemiológica es insuficiente. Los estados de Arizona y California, en la unión americana, han reportado cifras crecientes de casos diagnosticados de fiebre del valle en la última década, lo que refleja la necesidad de atención de la enfermedad en nuestra región.
En la actualidad, el impacto de la coccidioidomicosis en México se desconoce, en gran medida debido a que dejó de ser enfermedad de reporte obligatorio a partir de 1994. Esto contribuye al gran desconocimiento del impacto que este padecimiento ocasiona en la comunidad y el sistema de salud, pudiendo ir desde pérdidas económicas hasta costo en vidas humanas. Su reintroducción en la lista de enfermedades en vigilancia epidemiológica podría contribuir a mejorar la generación de información estadística más precisa en México y, particularmente, en el estado de Sonora.
Hoy en día existe la tecnología para determinar la presencia del hongo causante de la enfermedad mediante una simple y rápida prueba de laboratorio, por lo que la aplicación de esta estrategia puede ofrecer un mejor panorama sobre su prevalencia en el estado y las características de los pacientes afectados, de tal manera que esta información contribuya a la generación de políticas de salud a nivel regional.
Un desarrollo tecnológico por la salud
El diagnóstico consiste en tomar una muestra de sangre, flema u otro fluido del paciente; en ocasiones el hongo puede observarse en el microscopio o cultivarse en laboratorios especiales (lo cual no se recomienda). Otro método utilizado es la biopsia de tejido pulmonar o mediante técnicas basadas en ácidos nucleicos; sin embargo, dichos procedimientos son tardados o requieren de laboratorios con infraestructura y equipo de seguridad adecuados.
En la actualidad es posible desarrollar técnicas accesibles y más rápidas basadas en ADN (ácido desoxirribonucleico), por lo que es viable y necesario desarrollar un protocolo que no requiera equipo especializado para detectarlo en muestras clínicas. Con dicho propósito, se requiere un método que tenga una buena sensibilidad, especificidad y sea sencillo de ejecutar, con el fin de que esté disponible para los laboratorios clínicos de rutina.
Motivado por la sólida experiencia con que se cuenta en técnicas de laboratorio basadas en ácidos nucleicos, José María Gastélum Cano lleva a cabo una tesis doctoral, bajo la dirección académica de la profesora investigadora María Auxiliadora Islas Osuna, con la colaboración de médicos de hospitales de Hermosillo y Ciudad Obregón, Sonora, cuyo propósito es desarrollar una prueba de laboratorio sensible y específica que permita apoyar en el establecimiento o confirmación del diagnóstico de la coccidioidomicosis.
Lo anterior coadyuvaría a las instituciones y médicos tratantes en la gestión de recursos y tiempo de atención en su labor, a la vez que el paciente obtendría como resultado la posibilidad de un mejor pronóstico basado en la atención temprana.
Colaboración de la investigadora María Auxiliadora Islas Osuna.