Cómo germinar brotes de hortalizas en casa
En la actualidad nuestro planeta se enfrenta a dos desafíos mayúsculos que ponen en riesgo su sustentabilidad: la crisis del cambio climático y la producción de alimentos para satisfacer la demanda global.
Una de las estrategias individuales que podemos ejecutar para coadyuvar a su conservación es el implementar huertos caseros para producir frutos y hortalizas para nuestro consumo. Esta práctica no solo es benéfica para la salud, ya que estaríamos produciendo alimentos orgánicos, sino que también contribuimos a reducir la huella de carbono implícita en el transporte de alimentos a través de las cadenas de comercialización.
Alberto Sánchez Estrada, profesor de la Coordinación de Tecnología de Alimentos de Origen Vegetal del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), nos explicó paso a paso lo que se debe saber para germinar semillas de hortalizas en casa. A continuación, les compartimos la información que nos proporcionó.
Época
Algunas semillas tienen la capacidad de sembrarse en cualquier época del año y otras tienen su momento específico, sobre todo en zonas como Sonora, donde en el verano es muy difícil lograr el crecimiento de algunas hortalizas, particularmente las de fruto como tomate, calabacita, chile, pimiento, etc. Por ello se necesita investigar y planear qué especies sembraremos y en qué momento del año lo haremos, además de considerar si contamos con alguna instalación especial que nos permita tener control de las condiciones ambientales (invernadero casero o un cuarto con control de temperatura e iluminación, etc.).
Germinadores
Existe un sinfín de posibilidades para elegir un recipiente donde depositar la semilla, ya que podemos reciclar envases de bebidas y productos de cocina que comúnmente se desechan; por ejemplo, los envases de 355 y 500 mililitros e, incluso, los de uno o tres litros. Solo debemos cortarlos a la mitad y usar la parte de la base del empaque.
Sustrato
Aun en la agricultura doméstica es imposible generalizar cuáles técnicas o métodos darán mejor resultado debido a que gran parte del éxito depende de la especie de hortaliza que se siembre. Prueba de lo anterior es que podemos decidir que usaremos un sustrato determinado desde la plantación o que este se utilizará únicamente cuando se trasplante la plántula al lugar definitivo. En ese sentido, en este rubro también hay una gran variedad de combinaciones que van desde el peatmoss (costo alto), tierra de jardín (menos costoso) o algún preparado que ya se tenga en casa con arena, gravilla y tierra (más barato); como hemos dicho, todo dependerá de la especie de hortaliza a cultivar.
Riego, humedad y cuidados
La hidratación correcta de la semilla desde el momento de la germinación, así como el control de humedad permanente es de vital importancia, ya que esto puede hacer la diferencia en que nuestra planta dure solo unas pocas horas o días o meses, y si se descuida parte, se puede perder todo el trabajo realizado.
Métodos posibles a utilizar
Existen dos métodos sencillos que se pueden realizar sin dificultad en casa; esto no quiere decir que sean los únicos, ya que pueden existir otros más sofisticados, pero, a medida que se aumente la sofisticación, también los costos pueden aumentar.
Germinado en servilletas
- En un recipiente de plástico o vidrio colocar en el fondo una capa doble de servilletas.
- Humedecer las servilletas (solo hidratar, no inundarlas).
- Distribuir las semillas en toda la servilleta de manera equidistante y sin saturar la superficie.
- Colocar otra capa de servilletas humedecidas encima de las semillas.
- Resguardar el envase con las semillas en una habitación con poca luz a 20°C.
- Revisar constantemente que no se sequen las servilletas y, cuando se observen pequeñas plántulas de, aproximadamente, 2 a 5 mm, trasladar el envase a un lugar con temperatura de 20°C y luz indirecta; es decir, si se coloca cerca de una ventana, que la luz del sol no llegue directamente al frasco, únicamente con la resolana (esto mientras no germinan todavía); cuando se trate de la iluminación de un foco incandescente, no deben recibir la luz directamente.
- Cuando sea evidente que a las plántulas les han crecido dos primeras hojas (cotiledones), podrán trasplantarse al lugar definitivo (cuidando que no se rompan las raíces o cualquier tallo pequeño).
- Una vez trasplantadas, hay que procurar que reciban suficiente luz y ventilación, además de garantizar que el sustrato esté bien hidratado
Germinación en algodón
- Colocar varias capas de algodón bien compactado al fondo de un envase limpio.
- Humedecer el algodón sin que haya escurrimiento de agua.
- Distribuir las semillas en la superficie de la capa de algodón.
- Poner una nueva capa de algodón compactado y humedecido encima de las semillas y tapar el envase.
- Resguardar el envase en una habitación con luz indirecta a 20°C.
- Revisar constantemente que no se seque el algodón.
- Destapar el envase durante diez minutos para procurar que el cultivo se airee. Esto lo debemos hacer cada tres a cuatro horas, después de 12 horas de haber hecho la siembra (para especies de germinación rápida, como rábano, cilantro, perejil, lechuga, brócoli; comúnmente las hortalizas de hoja) o cada 24 horas para las plantas que tienen un promedio de germinación de 3 a 7 días (para especies de germinación más lenta, como apio, berenjena, pimiento, tomate; comúnmente las hortalizas de fruto).
- Una vez germinadas las semillas (5 centímetros), cuando aparezcan las dos hojas iniciales (cotiledones) se podrán trasplantar a su lugar definitivo.
Es importante señalar que las semillas, según su especie, pueden germinar desde pasadas las primeras veinticuatro horas hasta transcurridos quince días, por lo que la frecuencia de la revisión dependerá de la naturaleza del cultivo. Asimismo, es recomendable realizar el transplante cuando las hojas verdaderas empiecen a salir. Cuando una plántula germina, las dos primeras hojas en nacer son los cotiledones; por ejemplo, si se siembra una semilla de frijol, de esta brotan dos hojitas, lo que significa que son dos cotiledones; posteriormente, en cuestión de días, las hojas verdaderas brotarán ya en el lugar definitivo.
Por último, es necesario subrayar que, bajo estos métodos caseros, podría suceder que las plántulas se enreden durante el crecimiento, lo que podría ocasionar que se dañen cuando se les retira del germinador, de tal forma que, al adelantar un poco el trasplante, podemos reducir el riesgo, siempre y cuando se mantengan en condiciones controladas.
Colaboración Alberto Sánchez Estrada, investigador de la Coordinación de Tecnología de Alimentos de Origen Vegetal del CIAD.