¿Cómo saber si el agua del mar está en buenas condiciones para bañarse?
Desafortunadamente no es tan fácil responder esta inquietud, ya que para contestar esta pregunta es necesario hacer estudios y analizar las muestras de agua en el laboratorio. La buena noticia es que ya hay quien ha realizado este trabajo. Por ejemplo, se ha evaluado si existe contaminación bacteriana en las playas de Guaymas y San Carlos, Sonora.
Antes de divulgar dichos resultados, podemos hacernos algunas preguntas que nos darán una idea de las condiciones de las playas. Por ejemplo, ¿la playa que visitas tiene suficientes baños?, ¿hay regaderas y contenedores de basura?, ¿qué tanta gente acude a esa playa durante el período vacacional?, ¿observas perros en la playa?, ¿hay descargas de aguas negras cercanas?, ¿hay embarcaciones cercanas?
Si has contestado que no hay instalaciones sanitarias, no hay contenedores, hay mucha gente y perros, hay descargas y hay embarcaciones cercanas, entonces significa que muy probablemente las condiciones microbiológicas de la playa no sean las ideales. Las enfermedades más comunes por el contacto con agua contaminada con microorganismos fecales son enfermedades gastrointestinales y enfermedades agudas respiratorias febriles.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), si existe en el agua de mar entre 41 y 200 NMP de enterococos/100 ml (bacteria indicadora de contaminación fecal en agua de mar), existe un riesgo de entre 1% y 5% de presentar enfermedad gastrointestinal y del 0.3% al 1.9% de presentar enfermedad aguda respiratoria febril. Si la concentración sube entre 201 y 500 NMP/100 ml, también se incrementa la posibilidad de presentar enfermedad gastrointestinal entre 5% y 10% y de 1.9% a 3.9% de enfermedad respiratoria. Si la cifra supera los 500 NMP/100 ml, el porcentaje se eleva a más de 10% de enfermedad gastrointestinal y a más de 3.9% de enfermedad respiratoria aguda. Es decir, si una familia de diez personas va a la playa, es posible que al menos una se enferme.
Ahora vayamos a los datos. En la playa de Miramar (Guaymas, Sonora) en 2017 las concentraciones de enterococos estuvieron por debajo de los 100 NMP/100 ml antes del periodo de Semana Santa; sin embargo, durante dichos días vacacionales, las concentraciones aumentaron notoriamente a > 2,000 NMP y no disminuyeron en el periodo de verano (> 2,000 NMP) ni en el invierno (400 -700 NMP). Para la playa San Francisco (San Carlos, Sonora), se observaron valores > 1,500 NMP después de Semana Santa y verano, mientras que en la playa Los Algodones (misma localidad) también se observaron valores mayores a 1,000 NMP después de Semana Santa y verano. Por otro lado, en la playa El Cochórit (Empalme, Sonora), se presentaron valores > 2,500 NMP después de Semana Santa y verano.
Las autoridades han hecho esfuerzos por certificar estas playas como playas limpias y los muestreos que se hacen antes de Semana Santa resultan óptimos, lo cual coincide con los resultados que han obtenido en el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor), así como en la Coordinación Regional Guaymas del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), aunque cuanto llegan los bañistas la calidad del agua disminuye de forma importante, lo que hace necesario considerar el ordenamiento de la afluencia a estos destinos turísticos, instalar infraestructura básica, hacer cumplir los reglamentos de higiene antes de entrar al mar y atender problemas de fugas de drenaje.
Referencia:
Colaboración de Jaqueline García Hernández, investigadora y titular del CIAD Guaymas