El placer que genera una taza de humeante café es indescriptible. A cualquier hora del día, el café, ya sea en el hogar o en la oficina, aviva las sensaciones y nos mantiene en alerta.
Es euforizante, conciliador, y nos permite avanzar en los objetivos trazados; pero a pesar de todas estas bondades, pocas veces nos hacemos estas preguntas: ¿qué hay dentro de la cafetera?, ¿estaremos lavándola de forma adecuada?, ¿debemos desinfectarla?
Lo cierto es que las cafeteras de uso doméstico (de filtro y de cápsula) son espacios donde se concentra humedad y permiten el desarrollo de microorganismos (bacterias y hongos) potencialmente patógenos. Esto, reportado en estudios realizados en Europa y Estados Unidos.
En un estudio realizado por la Universidad de Arizona, el Dr. Charles Gerba reportó la presencia de Streptococcus y Escherichia coli en el 50% de las cafeteras evaluadas; mientras que científicos de la Universidad de Valencia (España) identificaron la existencia de, al menos, sesenta y siete especies bacterianas en las unidades analizadas, destacando por su potencial patogénico a Enterococcus, Clostridium y Pseudomonas.
Las especies bacterianas anteriormente mencionadas pueden ser causa de infecciones respiratorias (Streptococcus y Pseudomonas) y diarreicas (Escherichia coli). Sin embargo, es importante mencionar que la población en general tiene un riesgo de moderado a bajo, mientras en la población vulnerable (adultos mayores y personas con enfermedades crónicas) el riesgo se incrementa sustancialmente.
Es importante destacar que en las cafeteras el agua alcanza su punto de ebullición; sin embargo, es un tiempo relativamente corto (segundos) y no es suficiente para eliminar las bacterias. Tampoco el efecto microbicida de la cafeína logra erradicarlas; por lo tanto, la mejor manera de mantenernos alejados de bacterias y hongos es hacer una limpieza y desinfección de todas la partes removibles de la cafetera.
Se recomienda realizar este proceso al menos una vez a la semana, aunque lo ideal sería cada vez que preparamos el café. Toallitas impregnadas con desinfectante, cloro comercial o, inclusive, vinagre, son productos que tienen propiedades antisépticas y mantendrán alejadas a las bacterias y hongos de la merecida y necesaria taza de café.
Colaboración del Dr. Cristóbal Cháidez Quiroz
Laboratorio Nacional para la Investigación en Inocuidad Alimentaria
Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD)
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