Los lácteos pueden cubrir necesidades de alimentación tanto de proteínas, lípidos y carbohidratos (macronutrimentos) como en vitaminas y minerales (micronutrimentos), en diferentes etapas del desarrollo del ser humano, lo que los hace funcionales por definición.
Así lo expresó el Dr. Aarón González Córdova, investigador del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A.C. (CIAD), al reiterar que el consumo de leche y sus derivados no ocasionan problemas en la salud, por el contrario se les han reconocido propiedades benéficas.
Además de lo que ya se sabe de la leche, día a día se agregan nuevos conocimientos sobre la función de distintos componentes en aspectos específicos para el mantenimiento de un estado saludable, señaló.
El aumento en el consumo de productos lácteos explicó el Dr. González Córdova, también se asocia consistentemente con la mejora de la salud de los huesos.
Por su parte la Dra. Belinda Vallejo Cordoba, hizo referencia a que no es lo mismo tomar leche que bebidas de soya, pues aunque las segundas ofrecen beneficios nutricionales y de salud al ser humano, su aporte nutrimental no es comparable con el de la leche, ya que el calcio y vitaminas como la D y B12 entre otros nutrimentos, son menos biodisponibles en bebidas de soya que en leche.
La proteína de origen vegetal carece de algunos aminoácidos esenciales; algunos estudios científicos establecen que las proteínas de la leche son superiores a las que provienen de las plantas, abundó.
“Además en la bebida de soya, sólo el 75 por ciento del calcio está biodisponible y por lo tanto no es equivalente a la leche. La biodisponibilidad del calcio en el organismo del ser humano es particularmente relevante en problemas de osteoporosis y control de peso”, dijo.
La Dra. Vallejo Cordoba mencionó que entre las recomendaciones para prevenir la osteoporosis es incluir en la dieta calcio, proteína, vitamina D y minerales como potasio, magnesio y zinc, y todos estos nutrientes pueden ser aportados con el consumo de tres porciones diarias de lácteos.
Finalmente hizo referencia a desechar algunos mitos sobre el consumo de la leche, entre ellos: que sólo debe ser consumida por niños, que los intolerantes a la lactosa no deben consumir lácteos, que es culpable de todas las alergias, que las bebidas de soya son más nutritivas, que los lácteos se asocian al sobrepeso, obesidad y aumentan el riesgo de padecer hipertensión y enfermedades cardiovasculares, además de que el consumo de leche y lácteos son causa de diabetes o cáncer.