Los compuestos bioactivos son sustancias que presentan acción biológica; esto es, que ejercen efecto o desencadenan alguna respuesta en el tejido vivo. Si bien estos compuestos no son considerados nutrimentos fundamentales, son requeridos para un estado funcional y de salud normales en los organismos.
Dentro de los compuestos bioactivos se encuentran los polifenoles (ácidos fenólicos, flavonoides, lignina, taninos), terpenoides (aceites esenciales, carotenoides), péptidos bioactivos y glucanos, por mencionar algunos.
Las principales bondades atribuidas a los compuestos bioactivos son las antioxidantes, antimicrobianas, moduladoras de la microbiota intestinal y promotores del sistema inmunológico. Es por esto que los compuestos bioactivos tienen potencial para su aplicación en la industria acuícola, en la cual se requiere que los organismos acuáticos de interés comercial conserven su salud y presenten resistencia a enfermedades.
Para la obtención de los compuestos bioactivos se propone la utilización de los residuos derivados de las prácticas agroindustriales; por ejemplo, del cultivo y procesamiento de frutas y hortalizas, del cultivo del maíz y residuos de la industria pesquera, entre otros.
En el laboratorio de Nutrición de Peces y Crustáceos del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (Ciad), Coordinación Regional Mazatlán, el cual se encuentra a cargo de la Dra. Crisantema Hernández González, y donde la Dra. Nayely Leyva López está comisionada como investigadora bajo el programa de Cátedras Conacyt, se conjuntan esfuerzos al respecto.
En dicha área se trabaja en identificar los grupos de compuestos bioactivos que, utilizados como aditivos en los alimentos balanceados, ejerzan algún efecto benéfico en el crecimiento y la salud de los organismos acuáticos de interés comercial, tales como tilapia, robalo, camarón, etc.
Por ejemplo, se estudia el efecto de la adición de compuestos fenólicos de la cáscara de mango y de la hoja de mazorca de maíz en diversas especies de interés acuícola, como lo son el pez cebra, camarón y tilapia. El objetivo es evaluar estos compuestos sobre la salud general de los organismos (sistema antioxidante, inmunológico y microbiota intestinal).
Los péptidos bioactivos, obtenidos del músculo oscuro de atún (residuo de la industria pesquera), también están siendo estudiados como aditivo en alimentos para camarón para estimular el sistema antioxidante e incrementar el rendimiento.
Con estas investigaciones se busca dar uso y valor agregado a residuos y desechos de la industria agroalimentaria y generar conocimiento que pueda ser aplicado en beneficio de los acuicultores.
Colaboración de Nayely Leyva López y Crisantema Hernández González, académicas del Ciad Mazatlán.