El ritmo acelerado en el que vivimos, en ocasiones nos impide ejecutar cabalmente importantes tareas del hogar, como lo es el lavado de ropa.
Es de todos conocido que lavar la ropa no es para nada divertido; por el contrario, puede ser pesado y extenuante por el tiempo de espera de cada ciclo; por eso se trata, en la medida de las posibilidades, de evitarlo.
Las estrategias más asistidas por las personas son el uso de la misma ropa en varias ocasiones, sobre todo pantalones de mezclilla, camisas e, incluso, aunque usted no lo crea, ropa interior.
También, para reducir el tiempo de lavado se opta por mezclar la ropa de las personas que habitan en el hogar.
Sin embargo, estas dos practicas pueden ser de riesgo, ya que el uso continuo (sin lavado) de la ropa puede generar que los microorganismos allí presentes se reproduzcan y, al mezclar la ropa interior y de otros usos, se pueden transferir a ropa limpia.
Se estima que en cada carga promedio de ropa sucia puede estar presente alrededor de treinta gramos de heces fecales, las cuales pueden contener bacterias (Salmonella y E. coli), parásitos (Giardia y amibas) y virus entéricos (rotavirus y Hepatitis A), que son causantes de infecciones diarreicas.
Estas heces pueden ser originadas por el desgaste promedio en el transcurso de un día de uso de la ropa interior o, también, por ejemplo, por la tierra que es recogida durante un juego de futbol.
Inclusive la ropa de trabajo (batas de personal médico, de laboratorios, veterinarias, empresas de preparación de alimentos y de plantas de tratamiento de agua residual, entre otras) llevada a casa para ser lavada, puede transportar patógenos.
En un estudio realizado por un grupo de investigación de la Universidad de Arizona, se demostró que en la ropa inoculada con Adenovirus, Rotavirus y Hepatitis A, estos microorganismos sobrevivieron el proceso de lavado (lavado, enjuague y secado) y fueron transferidos a la ropa limpia que fue mezclada con esta.
El estudio también demostró que el uso de cloro reduce significativamente la carga microbiana (99% de reducción). Para el caso de ropa que no puede estar en contacto con cloro se deben buscar otras opciones de desinfectantes.
En conclusión, es conveniente evitar la practica de uso continuo de ropa (sobre todo la interior), evitar mezclar diferentes tipos de ropa en los ciclos de lavado y usar adecuadamente agentes desinfectantes para reducir al mínimo el riesgo de la presencia de microorganismos en la lavadora.
Colaboración de Cristóbal Chaidez Quiroz, investigador del Ciad.