Un equipo de investigación del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), Coordinación Regional Mazatlán, trabaja en la elaboración de una formulación especializada para la alimentación de la rana toro (Rana catesbeiana o Lithobates catesbeianus).
El alimento desarrollado está elaborado con insumos naturales, los cuales combinan efectos de inmunoestimulación, alto valor proteico y un promotor de crecimiento con efectos antibacterianos en las tres etapas del animal: renacuajo, ranita y rana.
Las investigadoras Noemí García Aguilar y Ana Carmela Puello Cruz son las líderes de este proyecto, que ha comprobado su efectividad para incrementar la supervivencia del animal del 70 al 90%, promover la uniformidad de talla en su crecimiento y disminuir el canibalismo.
Dicha fórmula, según las académicas, favorece una mejor asimilación del alimento y conversión alimenticia, además de que protege a la rana contra algunas enfermedades originadas por bacterias y hongos, disminuye los porcentajes de mortalidad en el proceso productivo comercial y reduce el desperdicio de alimento.
Las investigadoras señalan que no existe en el mercado una formulación especializada similar, por lo que el desarrollo tecnológico ya se encuentra en proceso de ser protegido.
Se estima que la demanda anual de carne de rana en Estados Unidos es de cuatro mil toneladas, mientras que en Europa es de diez mil toneladas. El precio por un kilo de carne de rana en el mercado internacional oscila en alrededor de 15 dólares. Asimismo, se calcula un mercado internacional para la carne de rana superior a los trescientos millones de dólares.
De acuerdo a la Oficina de Transferencia de Tecnología (OTT) del CIAD, con base en la escala de maduración tecnológica Technology Readiness Level (TRL) propuesta por la NASA, este alimento para ranas se ubica en un nivel 5 de la escala, lo que significa que la tecnología se ha validado a través de pruebas simuladas o reales, ha aprobado modelos de evaluación económica y se ha asegurado en aspectos de salud y seguridad, limitaciones ambientales, regulatorios y de disponibilidad de recursos.
Actualmente se exploran los diferentes esquemas bajo los cuales se podría comercializar la tecnología, entre ellas la creación de una empresa de base tecnológica, la venta o el licenciamiento del desarrollo tecnológico.
Si desea conocer más sobre este proyecto, puede acercarse a la Oficina de Transferencia de Tecnología del CIAD, que encabeza Aarón González Córdova, Coordinador de Vinculación del Centro.