Especialistas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) trabajan en la identificación y caracterización de moléculas y estructuras celulares, que participan en la replicación del virus del dengue en células humanas; esto con el propósito de diseñar estrategias para bloquear o reducir su infección.
Esta es una enfermedad causada por cualquiera de los cuatro serotipos del virus del dengue y transmitida al hombre por la picadura de mosquitos del género Aedes.
Tras 17 años de estudio, el grupo de investigadores, liderado por la doctora Rosa María del Ángel, del Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular (DIPM) del Cinvestav, ha detectado algunos de los elementos que el virus necesita para multiplicarse en las células de su huésped. De esta manera, el proyecto de ciencia básica ha evolucionado a la caracterización y diseño de antivirales para el tratamiento de infecciones producidas por el virus del dengue.
“Nuestro interés es tratar de ver qué necesita el virus de la célula para poder multiplicarse, de tal manera que si nosotros bloqueamos eso que usa, entonces vamos a lograr que no pueda reproducirse eficientemente en las células. Durante muchos años estuvimos trabajando de esa manera y en esa búsqueda encontramos que algunos de los componentes importantes para el virus son los lípidos y el colesterol”, señaló la doctora en Ciencias.
Al respecto, la especialista explicó que “las células infectadas producen más colesterol, porque el virus lo necesita para poder multiplicarse. Además, encontramos que si limitamos la cantidad de colesterol y lípidos que produce la célula, se inhibe la infección del virus”.
Por otro lado, dijo, “también hemos profundizado en algunas señales de defensa que se disparan en la interacción huésped-virus. Sin embargo, el éxito de la supervivencia del virus del dengue en su huésped depende en gran medida de que este logre evadir los mecanismos de defensa y, a pesar de ellos o beneficiándose de ellos, logre replicarse”.
Para la caracterización y diseño de los antivirales, los especialistas del Cinvestav utilizan compuestos que reducen los niveles de colesterol o lípidos celulares, y de esta forma se disminuye la capacidad del virus de contagiar células humanas como macrófagos y células hepáticas, que son infectadas eficientemente por el virus del dengue.
“Para probar el efecto de los antivirales, infectamos las células directamente, colocamos los antivirales en estas y vemos cómo se multiplica el virus en las células tratadas. Esto lo hacemos normalmente en cultivos celulares”, expresó.
Probar su eficacia
Actualmente, el grupo de investigación de la doctora Rosa María del Ángel ha iniciado un estudio clínico en pacientes afectados con el virus del dengue, con el objetivo de comprobar la eficacia de los antivirales desarrollados por los especialistas del Cinvestav.
“Los fármacos (drogas) que probamos in vitro y que tienen un efecto muy bueno en reducir el colesterol y los lípidos, los vamos a usar para el tratamiento de pacientes enfermos del estado de Morelos, con el fin de que al reducir la infección con el virus, se aminoren los síntomas y se reduzca el número de días de evolución de la enfermedad. Si estos antivirales funcionan, se podría tener en corto plazo un tratamiento para el dengue, el cual hasta ahora no existe”, resaltó la entrevistada.
Un problema que debe controlarse
De acuerdo con la especialista, quien pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con el nivel III, 29 de los 32 estados de la República han reportado casos de dengue, por lo que se considera un importante problema de salud pública en México y el mundo.
La doctora en Ciencias señaló que la infección puede presentarse de dos formas clínicas: dengue clásico, que es una infección leve que se caracteriza por presentar síntomas como fiebre, dolor intenso en cabeza, ojos y articulaciones, y en ocasiones erupción cutánea leve (esta enfermedad normalmente permanece siete días); y la otra forma clínica se conoce como dengue severo o hemorrágico.
En este último, explicó la investigadora, el paciente puede presentar fuga de plasma o sangrado, lo que ocasiona hemoconcentración (aumento de viscosidad en la sangre), que dificulta la circulación sanguínea y puede ocasionar la muerte del paciente.
De acuerdo con la doctora Rosa María del Ángel, para hacer frente a este problema de salud es indispensable una protección a través de una vacuna, o bien de un tratamiento antiviral. Sin embargo, reconoce que hasta el momento no hay vacuna disponible que proteja completamente contra los cuatro serotipos del virus del dengue, ni tratamientos antivirales específicos.
“Sin estos tratamientos lo único que puede hacerse con los pacientes graves es hospitalizarlos, vigilar su evolución y estar al pendiente de la pérdida de plasma o sangrados con la idea de reponer líquidos sanguíneos. En general, el plasma que se fuga se acumula en los pulmones. Este debe drenarse para evitar problemas respiratorios”, comentó.
Ante esta perspectiva, señaló que es necesario contar con un tratamiento específico que permita controlar el virus, y de ahí la relevancia de este desarrollo científico.
En el proyecto participan Rubén Soto Acosta, Humberto Ángel Ambrosio, Margot Cervantes Salazar, Humberto Pérez Olais, Liliana Ramírez Hernández, Patricia Bautista, Fernando Medina Ramírez, Jaime Zarco y el doctor Juan Ludert León.
Una colaboración de Carmen Báez de la Agencia Informativa Conacyt