Científicos del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) han emprendido un desarrollo tecnológico denominado Piscatus Biofertilizante, el cual consiste en una composta elaborada a base de residuos de pescado.
Esta iniciativa, encabezada por la Dra. Jaqueline García Hernández, investigadora de la Coordinación Regional Guaymas del CIAD e impulsada por la Coordinación de Vinculación del Centro, forma parte de los proyectos desarrollados a partir de la convocatoria IDi4Biz “ciencia-vinculación-emprendimiento”, la cual busca atender la necesidad del sector agrícola de contar con una opción de fertilizante altamente efectivo y amigable con el ambiente, ideal para cultivos orgánicos.
Las opciones comerciales de biofertilizantes no contienen los nutrientes suficientes y por lo mismo no son tan efectivas, razón por la cual los agricultores siguen optando por los productos químicos, explicó García Hernández.
“Con nuestro producto ofrecemos una composta superior, con un alto contenido de nutrientes y fácilmente aprovechable por las plantas, y a un precio competitivo”, añadió la especialista en ciencias ambientales.
Promoviendo la sustentabilidad
El proceso de compostaje consiste en la liberación de los nutrientes atrapados en diferentes matrices mediante un proceso aeróbico llevado a cabo por microorganismos. Piscatus Biofertilizante realiza este proceso con seguimiento de pruebas de laboratorio, para obtener un producto estable y con alto contenido de nutrientes biodisponibles.
Los insumos para Piscatus se colectan de las actividades productivas de la región, derivados de la pesca en Guaymas y la agricultura en el valle del mismo municipio. Los residuos de pescado se obtienen del comercio local que genera más de doce toneladas al mes de residuos de pescados y mariscos de diferentes especies, los cuales normalmente son depositados en el relleno sanitario de la ciudad.
Sus creadores establecen como ventajas competitivas su alto contenido de materia orgánica y de nutrientes, así como un mayor rendimiento por hectárea. El proyecto ya cuenta con un plan de negocios y una marca registrada. Actualmente se produce a escala precomercial en la sede Guaymas del CIAD.
Planes y metas
García Hernández señaló que aun cuando su desarrollo fue ideado para la aplicación agrícola comercial, así como para el cultivo orgánico y de transición, su utilización es viable para su uso en invernaderos, hogares y áreas verdes en general.
A mediano plazo, los científicos contemplan incrementar la escala de producción, utilizando maquinaria especializada, lograr la certificación orgánica de la marca a través de organizaciones como bio-agri cert inputs, realizar pruebas de fertilidad en diferentes cultivos y explotar derivados de la composta.
La Dirección General del CIAD, a través de la Coordinación de Vinculación, continuará impulsando el programa IDi4Biz “ciencia-vinculación-emprendimiento” para que en su próxima convocatoria se puedan sumar otros desarrollos tecnológicos del CIAD, evaluar alternativas de modelos de negocio y estructurarlos para ser transferidos al sector productivo nacional.