Con el objetivo de intercambiar opiniones y experiencias en torno a la transformación que ha experimentado el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), en el marco de su 35° Aniversario, se celebró una mesa redonda en la que tuvo participación el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD).
Belinda Vallejo Galland, investigadora de la Coordinación de Tecnología de Alimentos de Origen Animal (CTAOA) e integrante del SNI desde 1995, fue invitada por Guillermo Arámburo Vizcarra, encargado de despacho de la Dirección Regional Noroeste del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), a participar en una mesa redonda en la que también intervinieron académicos de la zona.
El evento, que se desarrolló en la Universidad Autónoma de Baja California Sur (La Paz, B.C), tuvo el propósito de hacer un análisis crítico y reflexivo para construir una síntesis histórica del funcionamiento del SNI y examinar los retos en la coyuntura actual y vislumbrar los desafíos futuros.
Durante su intervención, Vallejo Galland compartió que desde un principio su carrera profesional fue impulsada por el Conacyt, pues, gracias a sus becas de posgrado, pudo realizar su maestría y doctorado, así como regresar al país (1994) mediante el programa de repatriación de científicos.
En su análisis sobre el SNI, comentó que la apertura del Sistema para que el académico pueda realizar investigación multidisciplinaria permite avanzar en la generación de conocimiento colectivo a través de las publicaciones científicas y la formación de estudiantes de licenciatura y posgrados.
Agregó que, aunque es un tema controversial, está de acuerdo en que el SNI debe continuar brindando estímulos económicos a los profesores(as) adscritos, pues son becas a la excelencia y no una parte integrada al salario, que exhortan a los académicos a la superación constante.
Los esfuerzos actuales del Conacyt por unificar convocatorias, incentivar la asociación de grupos y fomentar la apropiación social del conocimiento, son iniciativas que Vallejo Galland ve con buenos ojos, ya que, considera, abonan a la consolidación de la comunidad científica del país.
Una asignatura pendiente es la canalización de más recursos económicos a la ciencia y tecnología en el país, principalmente en las ciencias naturales, señaló, pues debe seguirse el ejemplo de otros países del mundo, donde la inversión en este campo es de alrededor del 1% de su Producto Interno Bruto (PIB).
Por último, indicó que el SNI debe de continuar fomentando la vinculación de la ciencia en el modelo de la triple hélice (gobierno-empresa-academia), pues, dijo, esta es una actividad elemental para las y los investigadores. En esta tarea, concluyó, es en la que su equipo de investigación se ha esforzado siempre, principalmente apoyando a pequeños y medianos productores, a quienes les han brindado asesorías científicas y transferido tecnologías.