Día Mundial de la Leche: el alimento del futuro
Cada 1 de junio se celebra el Día Mundial de la Leche, una fecha promovida desde 2001 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) con el fin de destacar la contribución de los productos lácteos en la nutrición del ser humano, así como en el crecimiento económico de las naciones, de una forma sustentable.
Desde la perspectiva nutricional, la leche y sus derivados son una fuente de proteínas, vitaminas y minerales, constituyendo un pilar fundamental en la dieta del ser humano a través de las diferentes etapas de la vida.
En el contexto económico, la micro y pequeña actividad lechera significa el medio de sustento para millones de familias en el mundo que se dedican a su producción y transformación, mientras que la producción a gran escala de este insumo y sus derivados representa una actividad de gran envergadura para empresas transnacionales y para la economía global.
Acorde a la importancia de la leche, el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) tiene una Coordinación de Tecnología de Alimentos y Productos Lácteos (Delicias, Chihuahua), un Laboratorio de Química y Biotecnología de Productos Lácteos (Hermosillo, Sonora) y un Laboratorio de Innovación Rural (Hermosillo, Sonora), por solo mencionar ejemplos en los que se realizan esfuerzos científicos para encontrar nuevas formas de promover esta actividad en beneficio de la salud y el desarrollo regional.
Desafíos presentes y futuros
Pese a su relevancia nutricional, la leche enfrenta actualmente el reto de superar el estigma generado por campañas que recomiendan no consumir lácteos, sustituyéndolos por bebidas de origen vegetal.
Al respecto, Aarón González Córdova y Belinda Vallejo Galland, investigadores de la Coordinación de Tecnología de Alimentos de Origen Animal del CIAD y especialistas en química y biotecnología de productos lácteos, explicaron que se debe de reforzar el principio de una dieta equilibrada, que permite el consumo en cantidades adecuadas de todos los tipos de alimentos, incluidos la leche y sus derivados.
Uno de los grandes retos del sector es cómo detener el desperdicio de productos lácteos en el mundo, ya que, según cifras de la FAO, miles de toneladas de productos lácteos se desperdician anualmente, lo que no solo es una alarma para las empresas dedicadas a su comercialización, sino para la imperiosa necesidad de garantizar la seguridad alimentaria para la humanidad.
El panorama mexicano
González Córdova y Vallejo Galland comentaron que, en un país como México, con altos índices de obesidad, diabetes e hipertensión, entre otros padecimientos, el diseño de alimentos funcionales, es decir, productos cuyo consumo conlleve un beneficio específico para la salud, es un campo de investigación con muchas oportunidades.
Respecto a los productos lácteos, comentó que actualmente laboratorios públicos, como a los que ellos pertenecen, enfocan sus esfuerzos en desarrollar lácteos fermentados con péptidos con probada actividad biológica, según lo demuestran los estudios realizados.
Asimismo, explicaron que es necesario fortalecer la producción artesanal de quesos y derivados lácteos a través de esquemas como la denominación de origen o marcas colectivas, estrategias que pudieran dar un impulso a que familias mexicanas que se sostienen de esta actividad pudieran tener una ventaja que les ayude a comercializar sus productos con un valor agregado.
Por último, llamaron a la sociedad mexicana a procurar consumir alimentos lácteos, con la certeza de que, si se lleva una dieta equilibrada, estos contribuyen, junto con los demás alimentos, a un buen estado de salud, además de consumir productos locales para ayudar al desarrollo de las comunidades mexicanas.