Distinguen a alumno del CIAD por investigación sobre alteración de huesos y cáncer de mama
Carlos Daniel Coronado Alvarado, estudiante del Doctorado en Ciencias del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), fue reconocido con el primer lugar por la presentación de su trabajo sobre alteraciones de los huesos en mujeres con cáncer de mama en el Congreso de la Fundación Iberoamericana de Nutrición 2022 (Finut).
En el Laboratorio de Patología Experimental del CIAD se cuenta con una línea de investigación que busca comprender de qué manera las vesículas extracelulares y sus cargamentos participan en las alteraciones nutricionales de pacientes con cáncer de mama. Saber esto podría ayudar a que en un futuro se obtengan herramientas diagnósticas e incluso dar a conocer procesos para los cuales se podrían diseñar tratamientos.
La investigación que realiza Coronado Alvarado, bajo la dirección académica de Humberto Astiazarán García, profesor de la Coordinación de Nutrición, se enfoca en las alteraciones de los huesos, que son muy comunes en pacientes con este tipo de cáncer.
Al explicar el objetivo de su investigación, el joven investigador hace una analogía: “Durante la pandemia de covid-19, la mayoría de las personas no debíamos abandonar nuestros hogares y para que nuestra sociedad siguiera funcionando, muchos tuvimos que aprender a trabajar desde nuestras casas, volviéndose muy importantes los servicios de mensajería y paquetería. En nuestros cuerpos, desde siempre ha ocurrido algo muy similar: la mayoría de nuestras células están confinadas a una sola parte de nuestro cuerpo, la cual no pueden abandonar. Por ejemplo, las células que conforman la piel no se pueden salir de la piel, las células que conforman nuestros músculos no pueden abandonar el músculo, etc. Por este motivo, para poder funcionar y mantenernos sanos, las células se comunican con su propio servicio de paquetería: las vesículas extracelulares.”
Una investigación de vanguardia
Coronado Alvarado, quien es médico de formación, explicó que las vesículas extracelulares son partículas muy pequeñas que viajan a través de los diferentes fluidos del cuerpo, como la sangre, las lágrimas, la orina, etc. Dentro de estas vesículas, indicó, puede haber una gran diversidad de sustancias que permiten a las células compartir información y materiales para cumplir sus funciones, sin importar qué tan lejos se encuentren entre sí. Los cargamentos que llevan las vesículas extracelulares pueden participar en muchos procesos necesarios de nuestro cuerpo, pero también se ven afectados con las enfermedades o contribuyen a causarlas.
Lo novedoso de este trabajo es que se llevó a cabo a partir de muestras sanguíneas de mujeres con cáncer de mama que recibieron una intervención nutricional, y esto es vanguardista debido a que la mayoría de las investigaciones de vesículas extracelulares se realizan a partir de muestras de cultivos celulares o de animales. Sin embargo, para poder comprender la utilidad clínica de las vesículas extracelulares, el alumno del CIAD sostiene que se necesitan más estudios con seres humanos en diferentes contextos de salud y enfermedad.
“En nuestro grupo de trabajo creemos que las vesículas extracelulares podrán funcionar como biomarcadores para evaluar el estado nutricional en diferentes escenarios clínicos, aunque aún se necesita mucho trabajo para llegar a ese punto”, subrayó.
Las vesículas extracelulares se clasifican por rangos de tamaño. Se consideran medianas a las que miden entre 200 y 1,000 nanómetros de diámetro. Entre los principales hallazgos de la investigación, Coronado Alvarado encontró que las voluntarias que participaron en el estudio tenían las vesículas extracelulares medianas de mayor tamaño en su sangre, así como una mayor densidad mineral en los huesos de su columna lumbar. No obstante, paradójicamente, en su cadera había una menor cantidad de minerales. Para entender por qué ocurre esto, explicó el doctor, en parte es necesario analizar el contenido de las vesículas extracelulares, pues mientras más grandes sean pueden tener mayor cantidad y variedad de moléculas en su interior.
Una de las dudas más grandes respecto a las vesículas extracelulares, comentó, es que no sabemos cómo son captadas por las células receptoras. Diversos estudios sugieren que algunos parámetros biofísicos de estas vesículas, como su tamaño o su carga superficial, podrían estar relacionados con su captación. No obstante, hay muy pocos estudios al respecto y, especialmente, faltan estudios que evalúen la asociación de estos parámetros con otras variables fisiológicas.
“Nosotros encontramos que tanto la carga superficial y el tamaño de las diferentes poblaciones de vesículas extracelulares del plasma de nuestras voluntarias están asociadas con su tipo de tumor y con la densidad mineral de sus huesos. Por eso, creemos que es importante que otros científicos que trabajan con vesículas extracelulares presten más atención a las características biofísicas de sus muestras y el papel biológico que éstas podrían tener en los procesos que ellos estén investigando”, compartió.
Tras recibir la distinción del primer lugar en la presentación de trabajos en modalidad cartel, expresó sentirse muy orgulloso de que se reconozca el trabajo que ha realizado en el CIAD. “Particularmente, este proyecto se llevó a cabo con muchas dificultades debido a la pandemia de covid-19, y han sido muchas las personas que colaboraron para que pudiéramos obtener estos resultados, así que también me siento agradecido con todos ellos”.
Por último, comentó que en el congreso se presentaron trabajos muy interesantes de diferentes partes del mundo y que abarcaban muchos aspectos de la nutrición, pero eran pocos los que se enfocaban en el desarrollo de nuevas técnicas para evaluar el estado nutricional. En ese sentido, agregó que también le emociona que el comité científico de la Finut haya decidido premiarlo, y espera que esto sirva de incentivo para que más científicos(as) de la nutrición se interesen por este tipo de temas.