Diversidad sexual es un término del que se habla en muchos ámbitos de la vida cotidiana: en la televisión, en las escuelas, en la política, en la literatura y en muchos otros lugares. No obstante, es un término que no está muy claro para la mayoría de las personas, considera Guillermo Núñez Noriega, investigador del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), autor del libro ¿Qué es la diversidad sexual?
El estudioso sonorense, miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), presentó durante la XXX Feria del Libro en Guadalajara (FIL) la segunda edición de esta obra, que nace a partir de la necesidad de información para activistas y personas encargadas de la política pública en el tema de diversidad y que ha sido retomado por diversas universidades en Latinoamérica y profesionales de la salud.
“Este libro aborda el tema de una manera didáctica, sencilla, ordenada, pero a la vez sin perder rigor teórico y con referencia a las investigaciones científicas en el área”, comenta su autor.
¿Qué es la diversidad sexual? replantea el concepto general de diversidad sexual para despojarlo de sus malinterpretaciones y vestirlo con la riqueza y complejidad real del término, incluyendo conceptos como la diversidad amorosa.
Sexualidad, afectividad y matrimonio igualitario
Para Guillermo Núñez, el término diversidad sexual no debería ir disociado del concepto diversidad afectiva o del concepto orientación sexoafectiva, que permite visibilizar el amor en las relaciones personales y que permite entender que la diversidad sexual no solo se refiere al acto sexual, sino a un sentimiento afectivo que responde a las preguntas: ¿quién quiero que me ame?, ¿a quién quiero amar?, ¿a quién deseo expresarle ternura? y ¿de quién quiero recibir ternura?
La aceptación de la afectividad en la sexualidad permite transformar ideologías que han impedido entender y respetar la diversidad sexual.
Por ejemplo, para el autor, este fue un punto clave que afectó la propuesta del matrimonio igualitario. Pues al disociar el amor de la sexualidad, surgía fácilmente la pregunta: ¿para qué quiere casarse alguien que no es heterosexual?, pues en la ideología actual el amor solo viene asociado al modelo heterosexual de convivencia. “Es cuando se aborda el amor cuando se ve la importancia del matrimonio”.
Diversidad sexual, clases sociales y grupos minoritarios
Para Guillermo Núñez, el arquetipo del amor romántico ha sido construido, en la sociedad actual, con base en los recursos del aparato ideológico que coloca a la heterosexualidad como la única forma de convivencia amorosa válida, sagrada y permitida, y que nos impide aceptar la diversidad amorosa.
Y justamente, por estar ligada a un estereotipo romántico, la diversidad sexual no ha podido librarse de todos los demás estereotipos que existen en la sociedad. Por ello, afirma que ha sido difícil imaginar a una persona homosexual, o trans, que forme parte de la clase baja, de un grupo obrero, de una comunidad indígena o de una persona de la tercera edad.
“Es necesario entender que la diversidad sexual y afectiva atraviesa una diversidad de clase, que cruza con la clase, la etnia y la edad (pues toda la gama existe en todas las clases sociales, en pueblos indígenas y en todos lados; por eso es un capítulo del libro), con el fin de que tengamos una visión mucho más rica de las personas, de la realidad y que vayamos rompiendo estereotipos, que la política pública sea más cercana a la gente”.
Diversidad en todos los sentidos
Desde el momento en que surge el término de diversidad sexual hasta el día de hoy, más que como palabra y concepto, se ha transformado en una nueva manera de entender la sexualidad humana, explica Guillermo Núñez.
El autor considera que la diversidad en los seres humanos es mucho más amplia de lo que se había aceptado, y que la respuesta a la pregunta: ¿cuántos sexos hay en la especie humana?, tiene una respuesta que debe incluir la diversidad. Pues, incluso a nivel cromosómico, lo que se consideraba como una dualidad XX y XY, en realidad incluye variantes cromosómicas como la XXY, XXX o XYY.
En cuanto al nivel gonadal o genital, existen personas que tienen ambos sistemas. Y a nivel estadístico, la cifra no es insignificante, pues, según el investigador, entre uno y cuatro por ciento de la población presenta una situación de diversidad cromosómica, gonadal o genital.
Y si a esto se le agrega el tema del género y de las orientaciones sexuales, se observa que la sexualidad y el comportamiento humano es diverso; que la sexualidad humana es mucho más cambiante de lo que se cree y forma parte de un proceso personal, influenciado por un constructo social e histórico.
Diversidad
Este libro ofrece un concepto más amplio y accesible de la diversidad sexual, que deja en claro que el término de diversidad incluye también el de heterosexualidad y que el código de conducta que en este momento norma a la sociedad vuelve a las personas vulnerables por ser minorías.
“El objetivo es que aporte a una sociedad mucho más respetuosa, más inclusiva y que nos alivie mucho del sufrimiento extra que tenemos en la vida. Ya la vida presenta demasiado sufrimiento con la enfermedad y la muerte como para agregarle el sufrimiento que agregan los prejuicios. Y, eso de sufrir porque el primo, el sobrino, la hija, la tía, no es como la ideología dominante dice que debe ser la sexualidad y el género es un sufrimiento extra que no merecemos y que no aporta nada, ni a nosotros ni a la felicidad de la sociedad”, concluye Guillermo Núñez.
Colaboración de Amapola Nava, corresponsal de la Agencia Informativa Conacyt.