El CIAD implementará huertos familiares en el noroeste de México
El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) ha sido aceptado en el Banco de Proyectos-SDSN (Soluciones para el Desarrollo Sostenible) México para implementar 125 huertos familiares que serán distribuidos en cinco comunidades del noroeste de México.
Uno de los principales problemas que enfrenta México es la pobreza; de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 53 millones de personas están en esta situación.
La falta de recursos económicos afecta principalmente la adquisición de alimentos adecuados. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (2012), a nivel nacional la proporción de hogares con seguridad alimentaria fue de 30%; el resto (70%) se encuentra clasificado con algún grado de inseguridad alimentaria.
El acceso inestable a los alimentos resulta en problemas de emaciación (pérdida involuntaria de peso corporal), retraso de crecimiento infantil y carencias de micronutrientes. Por otro lado, el sobrepeso y obesidad es el resultado del consumo de alimentos de bajo costo, pero que en su mayoría son hipercalóricos, resultando en personas con desnutrición y obesidad al mismo tiempo.
Una solución de fondo a los problemas de inseguridad alimentaria que impactaría directamente en la disponibilidad de alimentos es la implementación de huertos familiares. Las técnicas agroecológicas permiten una producción alta de hortalizas en un espacio pequeño de tierra, además se hace uso de los residuos orgánicos generados en la preparación de alimentos, así como de los desechos de los animales de granja, para la elaboración de fertilizantes orgánicos. Los productos cosechados son de alta calidad y se pueden consumir por las familias directamente y, en caso de haber remanentes, se pueden cambiar por otros productos de primera necesidad en la misma comunidad.
Alcances del proyecto
Las comunidades que serán beneficiadas se encuentran en la zona de influencia o dentro de las áreas naturales protegidas de la región noroeste de México, así como en comunidades rurales marginadas del desierto sonorense, las cuales se definirán en los próximos meses.
A través de esta iniciativa se empoderará a las mujeres para producir su propio alimento libre de tóxicos y con alto valor nutricional, se proporcionará un mejor desarrollo a los niños menores de cinco años y se promoverá un mejor estado de salud física y emocional en todos los miembros de la familia a través del cuidado del huerto. Asimismo, se coadyuvará a disminuir la dependencia al salario de un miembro de la familia y se fomentará la conservación del agua y de los recursos naturales terrestres y marinos.
El equipo de trabajo está coordinado por Jaqueline García Hernández y en él participan Germán Leyva García, Daniela Aguilera Márquez, Isabel Ortega Vélez, María del Carmen Hernández Moreno y Alfonso Gardea Béjar (todos adscritos al CIAD), además de Joaquín Murrieta, ecólogo de la organización Watershed Management Group (Arizona, EE.UU); Alicia Gutiérrez Valenzuela, de la organización Emanuel Arturo IAP; Ramón Morales Valenzuela, presidente de la empresa Agrexa, y Alfonso Madero Bautista, quien realizó su maestría en el CIAD con la evaluación nutricional de las familias con huertos.
El proyecto se realiza en alianza con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Dirección Regional Noroeste y Alto Golfo de California.