Miguel Ángel Angulo Escalante, profesor Investigador de la Coordinación Regional Culiacán del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), forma parte del proyecto Clúster Bioturbusina, donde aportará su experiencia en la generación de biomasa a partir de los estudios que ha realizado en plantas de la especie Jatropha.
Recientemente, a través del Fondo Sectorial CONACYT-SENER-Sustentabilidad Energética, que apoya la conformación de Centros Mexicanos de Innovación en Energía, se aprobó el Clúster Bioturbosina, con un presupuesto de más de 380 millones de pesos, que incluyen poco más de 9 millones de pesos de apoyo para el CIAD.
El Clúster está conformado por ocho Centros Públicos de Investigación, dos institutos de investigación nacionales y dos más extranjeros, además de una empresa pública y tres empresas privadas.
Como punto de partida de este proyecto, el pasado 24 de febrero se realizó la firma del memorando de entendimiento para el desarrollo de bioturbosina en México, entre el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT), responsable técnico del clúster; Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), como proveedor de combustible a las aerolíneas, y las empresas de aviación Aeroméxico y Boeing, consumidoras del biocombustible.
La era de la transición
La transición energética en México está en proceso, y para que esto sea tangible se deben incorporar, lo antes posible, fuentes no fósiles para la generación de electricidad y biocombustibles como bioalcoholes, biodiesel, biocombustibles sólidos, bioturbosina y biogás; estos son obtenidos de la biomasa y forman parte de este proyecto. La bioturbosina se obtiene a partir de la lignocelulosa, previamente transformada en bioalcohol, o directamente de los aceites.
Como parte de los productos entregables del proyecto, el CIAD desarrollará los paquetes tecnológicos para la producción de la biomasa a partir de dos especies del género de Jatropha. La biomasa será transformada en bioalcohol y bioturbosina y, finalmente, llevada al mercado de la aviación.
Dicha alianza está sólidamente conformada para la formación de capacidades y recursos humanos, así como para la vinculación y la consolidación de la triple hélice: científico-tecnológico-empresarial, hacia una visión estratégica y prospectiva de la producción de bioturbosina en México; esto planteado por la Secretaría de Energía.
El plan de vuelo está en marcha y solo queda mover al Clúster hacia la generación de combustibles renovables que ayuden a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.