El CIAD y la Unison buscan prevenir la fiebre manchada
La mordedura de garrapata provoca en Sonora el registro de hasta cien casos al año de fiebre manchada. La mortalidad de este padecimiento oscila entre el veinte al cuarenta por ciento; de ahí la importancia de reforzar medidas de prevención y concientización entre la población sobre el contagio de dicha enfermedad por la garrapata.
Motivados por lo anterior y con el objetivo de encontrar maneras de identificar a los más vulnerables, investigadores(as) de la Universidad de Sonora (Unison) y del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) realizan conjuntamente un proyecto con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) sobre la validación de una proteína de garrapata como marcador de exposición en una población vulnerable.
Al respecto, las estudiantes de doctorado Ana Carolina Gómez Yanes (CIAD) y Julia Munguía Nolan (Unison) comentaron que el grupo de trabajo en el que participan detectó una proteína de la garrapata que podría utilizarse como biomarcador de exposición; es decir, que al encontrarla en los anticuerpos del ser humano se podría definir quiénes han estado expuestos y analizar la prevalencia de mordedura de garrapata en las diferentes poblaciones.
De esta manera también sería posible detectar zonas vulnerables donde se requiere un mejor control de las enfermedades causadas por la garrapata. El proyecto contempla aspectos de ciencia básica como aplicados donde se recabarán datos epidemiológicos y sociodemográficos en comunidades rurales del municipio de Hermosillo, Sonora
Gómez Yanes comentó que la garrapata café es el parásito más común del perro, aunque también se puede encontrar en otros mamíferos como los gatos, roedores, ganado y hasta en las personas. En cuanto al perro, detalló, esta garrapata ha desarrollado mecanismos para evitar que este pueda deshacerse de ella fácilmente; esto es, el perro no produce inmunidad, por eso, a diferencia de otros animales, es que se infestan con cientos de garrapatas”.
Por su parte, Munguía Nolan indicó que hay varias enfermedades que puede transmitir la garrapata, como la fiebre manchada (causada por la bacteria Rickettsia rickettsii), anaplasmosis, ehrliquiosis y babesiosis. Entre la sintomatología que se puede presentar, mencionó, se encuentra fiebre elevada, malestar general, dolor de cabeza, escalofríos, debilidad, vómito, sudoración excesiva y exantema, mejor conocido como sarpullido. De ahí que uno de los objetivos que se quiere alcanzar con este proyecto es concientizar a la población y a las comunidades, sobre todo aquellas que son más vulnerables respecto al peligro potencial que representa esta garrapata, agregó.
En una siguiente etapa de su investigación, explicó, planean visitar comunidades rurales, pues situaciones como el rezago social, la marginación, el hacinamiento, la falta de higiene y la cohabitación con perros son factores de riesgo que aumentan la probabilidad de ser afectados por el parásito, mencionó Munguía Nolan.
También se estudian los componentes de la proteína que desencadenan la respuesta inmune en el humano, utilizando técnicas de rayos X, sostuvo Gómez Yanes.
Ambas tesistas añadieron que el ciclo de la garrapata consiste en tres estadios, después de la eclosión del huevo: larva, ninfa y adulto, destacando que el noventa por ciento de su vida ocurre fuera del perro, por lo que es común encontrarlas en jardines, casas con poca higiene, lugares húmedos y en el campo.
Los últimos datos oficiales en Sonora muestran que de enero a abril de 2021 se reportaron ocho casos con tres defunciones, mientras que en todo 2020 fueron setenta casos con diez decesos, cifra similar al año 2019 cuando ocurrieron setenta y un casos. Sin embargo, la sintomatología puede ser similar al Covid-19, lo que genera confusiones en el diagnóstico, por lo que estiman que entre 2020 y 2021 se pudieron haber presentado más casos.
Las personas que están en más riesgo del parásito de la garrapata son los agrónomos y ganaderos o quienes realizan actividades recreativas como el senderismo y la cacería, por lo que deben tomar medidas preventivas como utilizar ropa de manga larga y de color claro, pantalón largo, zapato cerrado (de preferencia botas) y repelente, además de la limpieza y la fumigación del hogar y la desparasitación a los perros, compartió la estudiante de la Unison.
Las garrapatas pueden adherirse a cualquier parte del perro, aunque tienen preferencias por ciertas áreas. Cada vez que salgamos de paseo con nuestras mascotas, al regresar hay que cepillarlas y revisar cada sitio, sobre todo los pliegues de su pelaje; a las garrapatas les gusta situarse detrás de las orejas y dentro de las orejas, en especial cuando son perros de orejas largas. También les gusta habitar entre los dedos de los pies y en las axilas, puntualizó Gómez Yanes.
Este grupo de trabajo es liderado por los profesores investigadores Rogerio Rafael Sotelo Mundo, del CIAD, y Ramón Enrique Robles Zepeda, del Departamento de Ciencias Químico Biológicas de la Universidad de Sonora. También se cuenta con la colaboración del Jesús Valenzuela, del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIAID-NIH), como parte del equipo científico.