Al presentarse este jueves 11 de abril en Ensenada, California, el Consorcio para el Desarrollo del Sector y las Regiones Vitivinícolas (Convid), en el que participan el Conacyt y tres de sus centros de investigación adscritos, quedó de manifiesto que sus actividades no solamente estarán concentradas en este producto, el vino, sino en plantear una visión alternativa de desarrollo que abarque su territorio y su gente.
“La visión va más allá de la industria vitivinícola. Es una visión de desarrollo regional más integrada. Eso es lo que nos proponemos. Creemos que con base en la colaboración y conjunción de esfuerzos, este tipo de proyectos pueden contribuir a resolver los grandes problemas regionales y nacionales del país, no solo para potenciar el desarrollo económico, sino el desarrollo sustentable de, por ejemplo, el manejo del agua y los recursos, y de contribuir al bienestar de la gente”, estableció el Dr. Pablo Wong González, director general del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), institución que junto con El Colegio de la Frontera Norte (Colef) y el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (Cicese), integran el Convid.
Este consorcio tiene como objetivo desarrollar investigación que permita incrementar la competitividad y la productividad de la industria vitivinícola, “pero también beneficiar a las zonas; esto es, que haya un beneficio social y un impacto importante para los pobladores de las comunidades aledañas”, explicó la Dra. Norma Borrego, gerente del Convid.
Informó que el convenio que protocolizó el arranque de operaciones del consorcio se firmó en febrero de 2018, así como que el presupuesto aprobado para la primera de tres etapas (de 2018 a 2021) asciende a treinta millones de pesos y que actualmente tiene dos proyectos aprobados: uno para operación (actividades de investigación, de vinculación y desarrollo de proyectos) y el otro para construcción de instalaciones.
“Para estos proyectos tuvimos cartas de respaldo y reuniones con líderes de varios de los sectores vitivinícolas. Tenemos el respaldo formal de alrededor de cien productores de todo México y contamos con la donación de un terreno de cuatro hectáreas en el corazón del Valle de Guadalupe, en el rancho El Mogor, de la señora Natalia Badán. Y ya todo está formalizado”, señaló la doctora Borrego.
Dijo también que los equipos de investigación se están conformando. “Serán entre veinte y veinticinco investigadores de las tres instituciones, inicialmente, porque tenemos la capacidad de firmar convenios y de hacer proyectos como investigadores asociados, que de hecho ya están ingresando”. Este cuerpo académico estará trabajando en todos los valles de vinícolas de Baja California y con los productores de uva de Sonora. Asimismo, trabajarán con las áreas vitivinícolas de Querétaro y Coahuila.
Las líneas estratégicas definidas son tres: desarrollo regional y desarrollo económico; calidad, innovación y desarrollo tecnológico, y sustentabilidad y cambio climático. “Las tres instituciones tienen perfiles muy altos de investigadores relacionados con estos temas y han estado trabajando con el sector vitivinícola desde hace quince años, no solo en Baja California, sino también en otras entidades de México”.
Indicó que las principales funciones del Convid son impulsar la competitividad y productividad del sector vitivinícola a nivel nacional e internacional, fortalecer esquemas de planeación para el desarrollo integral sustentable en las regiones vitivinícolas, impulsar el desarrollo regional mediante encadenamientos productivos con otros sectores como turismo, gastronomía y actividades recreativas, entre otros.
Otras funciones son promover el establecimiento de buenas prácticas y el manejo integral de los recursos naturales, fortalecer las capacidades de las comunidades localizadas en las zonas de producción vitivinícola, expedir certificaciones y ser un proveedor de servicios especializados de aplicación transversal al sector primario y agroalimentario en Baja California.
Además, el consorcio ya cuenta con tres proyectos asociados. Uno es del Global Environment Facility (GEF), al que le canaliza fondos el Banco Mundial y tiene relación con la implementación del protocolo de Nagoya en México. El segundo es el Ecoparque que está ligado a El Colef. Se pretende abrir un jardín botánico regional en las instalaciones del Convid en El Mogor, y el Ecoparque es el único jardín botánico registrado para la zona metropolitana de Tijuana; en él se pueden reproducir plantas nativas con todos los certificados que demanda la Semarnat.
El tercer proyecto asociado se denomina “Confluencia de proyectos en la cuenca Guadalupe, Ensenada, Baja California”, cuya responsable es la Dra. Ileana Espejel, investigadora de la UABC. Este proyecto está contemplado realizarse en 2019 y 2020.
Respecto a su participación en el consorcio, el Dr. Guido Marinone, director del Cicese, reconoció estar complacido por ser parte de este. “Las instituciones que participamos trabajamos con una visión conjunta, global, pero cada centro aporta sus conocimientos desde distintas áreas de trabajo y conocimiento. Por ejemplo, en el desarrollo de tecnologías, impulso a procesos de producción, promoción de un mejor aprovechamiento del agua y formación de especialistas de alto nivel.
“Por parte del Cicese tenemos la oportunidad de apoyar sectores que tienen impacto en la industria; por ejemplo, especialistas en hidrología, en sanidad vegetal, cambio climático, además de la infraestructura con varios laboratorios que pueden determinar diferentes variables”.
Por su parte, el Dr. Alberto Hernández, presidente de El Colef (institución que lidera el Convid), dijo que la idea original que ligó a las instituciones participantes “era atender al sector productor de vino desde una mirada sobre el tema ambiental, ligar al sector productor en todas sus capacidades, a los ejidatarios, a los pequeños productores que a veces no son tan visibles, y a partir de esto brindar apoyo a todas sus necesidades. Es una mirada de perspectiva de mediano y largo plazo, porque son justamente los retos que va a enfrentar el sector productivo vinícola en ese escenario”.
En la presentación del consorcio participaron también el Dr. Guillermo Arámbula, recién nombrado director Regional noroeste del Conacyt, quien reiteró el apoyo institucional para contribuir con el desarrollo del proyecto, y el maestro Alejandro Callejas, oficial del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), quien posteriormente impartió el taller “Liderazgo para el desarrollo sustentable” a un grupo de jóvenes estudiantes de El Colegio de Bachilleres del Valle de Guadalupe y organizaciones de la sociedad civil, para afinar sus capacidades y experiencia orientadas a la actividad vinícola en esa región.