En el imaginario popular, el consumo frecuente de huevo se ha asociado con un aumento en los niveles de colesterol en la sangre que repercuten en la salud cardiovascular humana. Sin embargo, los hallazgos de una nueva investigación publicada en la revista Nutrients dan evidencia de que consumir un huevo diariamente no sólo puede ser aceptable en la dieta de una persona diabética, sino que puede llegar a ofrecer protección en contra del proceso inflamatorio que a menudo conduce a la enfermedad cardiaca.
La diabetes afecta a cuatrocientos millones de personas en el mundo y en México es la principal causa de muerte. Es una enfermedad metabólica que se produce cuando el cuerpo no puede regular la glucosa o azúcar en la sangre. Si no se controla puede conducir a la ceguera, insuficiencia renal, enfermedades del corazón e incluso la muerte.
A las personas con diabetes se les recomienda evitar alimentos ricos en grasa, colesterol, sodio y azúcar. La mayoría de ellas reconoce que consumir granos como la avena resulta ser benéfico para su salud y que por el contrario consumir huevo no lo es debido a su contenido elevado de colesterol, lo que ha provocado que se excluya de la dieta y se desaproveche un alimento rico en nutrientes.
Martha Nydia Ballesteros Vásquez, profesora investigadora del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), y su equipo de investigación, desafiaron este supuesto. Consideran que el huevo es un “paquetito” de nutrientes que contiene proteína de la más alta calidad. Es, además, un alimento de fácil acceso y disponibilidad, del gusto de muchas personas y se puede preparar de diversas maneras.
El huevo contiene carotenoides como la luteína y la zeaxantina que son pigmentos de origen natural que proporcionan protección contra el estrés oxidativo y la inflamación en el cuerpo, lo que significa que el huevo puede ayudar a proteger contra el daño celular causado por la presencia de moléculas inestables llamadas “radicales libres”, que son responsables del proceso de envejecimiento, daño tisular y algunas enfermedades.
Globalmente existe una buena cantidad de estudios realizados en diferentes tipos de personas (en infantes, en personas mayores con obesidad o con síndrome metabólico y en mujeres menopáusicas) que han probado que no existe riesgo cardiovascular por consumir huevo. Este estudio es uno de los primeros ensayos clínicos en el mundo sobre sus efectos en pacientes diabéticos, señaló la investigadora.
La investigación
Las personas que participaron en este estudio tenían la forma más común de diabetes, la diabetes tipo 2, lo que significa que no producen suficiente insulina o que la que producen no es eficaz debido a que hay resistencia a la insulina en las células del cuerpo. Participaron 29 pacientes (hombres y mujeres adultos) ya diagnosticados, con tratamiento médico, controlados y bajo supervisión de un médico.
A los y las pacientes se les indicó la importancia de acatar el régimen alimenticio con el objetivo de evitar errores de confiabilidad en la investigación. El estudio fue diseñado para que durante cinco semanas consecutivas y, bajo una rigurosa supervisión, los y las pacientes consumieran un huevo diariamente y después regresaran a su dieta normal por un periodo de tres semanas. Concluido el lapso de “descanso”, quienes participaron comenzaron una etapa de cinco semanas en la que excluyeron el huevo y desayunaron avena, alimento que es usualmente indicado a pacientes con diabetes porque es rico en pectinas que ayudan a evitar que se eleve la glucosa.
Los hallazgos
Tras la fase experimental (13 semanas) no se encontraron diferencias en los niveles de colesterol plasmático, LDL (colesterol “malo”), triglicéridos, glucosa o cualquier otro parámetro de riesgo cardiovascular entre los periodos evaluados, en donde los y las participantes consumieron avena o consumieron huevo; es decir, no existió un efecto sobre el nivel de colesterol. Esto fue interesante ya que la expectativa era que la dieta en donde se incluyó la avena sería mejor, resultando que ambos alimentos eran buenos.
Un hallazgo que llamó la atención del cuerpo de investigación fue que durante el periodo en que se consumió huevo, quienes participaron presentaron una disminución en marcadores de inflamación como el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α). Este hallazgo es particularmente interesante porque las personas con diabetes se caracterizan por tener inflamación de bajo grado que se puede medir en plasma, y esto se redujo por la ingesta de huevo. Esto cobra relevancia dado que podría significar que el consumo de huevo podría coadyuvar a evitar complicaciones asociadas con la diabetes.
“Creemos que los carotenos del huevo como la luteína y la zeaxantina pudieran ser la razón por la que hubo una disminución en los factores de inflamación; posteriores investigaciones nos ayudarán a entender mejor esto”, subrayó la especialista.
Ballesteros Vázquez agregó que otro descubrimiento relevante de este estudio fue la disminución de enzimas hepáticas durante el período de consumo de huevo, como la aspartato aminotransferasa (AST), cuya elevación se asocia con enfermedades como la obesidad y el hígado graso.
Recomendaciones
De acuerdo a la experta del CIAD, comer huevo diariamente es seguro y benéfico para la salud nutricional y cardiovascular de las personas, además de ser un producto con características que facilitan su consumo, debido a que es de fácil acceso, barato y fácil de preparar.
Anteriormente el CIAD ha realizado estudios sobre los efectos del consumo de huevo en menores de edad y se ha comprobado que es un alimento que debe de ser suministrado sin temor a los y las infantes, ya que, al contrario de repercutir, contribuye a su sano crecimiento.
El futuro de la investigación
La científica del CIAD añadió que se pretende extender el alcance de esta investigación hacia el análisis de los efectos del consumo de huevo a largo plazo y al incremento de su ingesta de uno a dos huevos diarios, dado a que estudios de esta naturaleza le brindan la oportunidad a pacientes diabéticos de tener una dieta más diversa y con mayores opciones para sobrellevar su enfermedad.
Este estudio se realizó en el laboratorio de metabolismo de lípidos de CIAD, en coordinación con la Universidad de Connecticut en Estados Unidos y con la participación de un médico endocrinólogo del Hospital Ignacio Chávez de Hermosillo, Sonora, México.
Si desea saber más sobre esta investigación, dé clic aquí http://bit.ly/1QnBNv1