El embargo de camarón de EE.UU. a México
El pasado 30 de abril, el gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento de Estado, informó que a partir de mayo se suspendería de manera indefinida la importación de camarón mexicano silvestre capturado en aguas profundas. Lorena Noriega Orozco, académica del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) nos habla sobre esta medida.
¿En qué consiste un embargo de este tipo?
La profesora del CIAD explicó que un embargo económico de esta naturaleza consiste, básicamente, en prohibir la entrada de un producto específico al mercado estadounidense, en este caso de camarón silvestre (aplica solo a camarón de altamar), bajo el argumento de que las embarcaciones camaroneras mexicanas utilizan métodos de captura depredadores o que afectan grandemente la diversidad del resto de las especies marinas al no utilizar los excluidores de tortugas, que evitan la captura incidental de estas especies protegidas.
¿Cuál es la razón por la que se dio el embargo?
El embargo camaronero no es un tema nuevo, ha estado sobre la mesa cerca de treinta años y ya se ha aplicado en otras ocasiones, las más recientes en 2010 y 2018. “En general, los embargos se ven venir y se pueden tomar acciones para aminorar el impacto o detenerlo. En la mayoría de los casos primero se emiten recomendaciones o se señala que se han roto acuerdos, etcétera, indicó la académica experta en inocuidad y normatividad de productos marinos.
Al igual que en esta ocasión, el embargo en 2010 fue también a causa de la falta de excluidores de tortugas, pero en aquella ocasión se logró levantar el embargo una vez que se capacitó al personal de las embarcaciones y se verificó que se utilizaban las artes de pesca apropiadas.
En 2010, agregó Noriega Orozco, la veda se levantó antes de terminar la temporada camaronera y parte del producto capturado y almacenado en las bodegas de algunos procesadores pudo ser exportado. Esto fue, en gran medida, por las negociaciones y buena voluntad de los dos países, que contribuyeron al levantamiento de la veda, aunque también influyó el hecho de que ese mismo año ocurrió uno de los derrames de petróleo más grandes en el Golfo de México, afectando las capturas de camarón silvestre en el país vecino, ya que, como resultado de este desastre ambiental, las embarcaciones camaroneras norteamericanas no pudieron capturar camarón debido a la contaminación.
En el 2018 el embargo no solo fue para camarón, sino para cualquier producto de la pesca capturado con red “agallera” en el Ato Golfo de California. En este caso, el impacto fue menor, pues ya existían zonas reservadas y de pesca comercial prohibida con el fin de proteger y conservar a la vaquita marina y otras especies en peligro.
Al igual que en 2010, el embargo de este año (2021) también está asociado a la falta de uso de los excluidores de tortugas, pero este es un problema que se ha recrudecido debido a la falta de legislación en México sobre pesquerías ilegales, no declaradas y no reguladas/reglamentadas (IUU, por sus siglas en inglés), que cada vez son más vigiladas en los mercados internacionales, ya que los consumidores exigen productos que se enmarquen en actividades económicas sustentables, comentó.
¿Cómo afectará la actividad económica de captura de camarón en México?
Noriega Orozco explicó que, aunque aún se desconoce la dimensión del impacto económico, este es innegable, ya que afecta severamente a pescadores, dueños de barcos y empacadoras de camarón congelado en México, sobre todo en el noroeste del país, además de Tamaulipas y otros estados que destinan la mayor parte de su captura de altamar a la exportación.
“La captura de camarón es una actividad de temporada y, normalmente, para un pescador representa altos ingresos por un tiempo determinado que le permiten subsistir el resto del año con otras actividades menos remuneradas”, comentó la investigadora. Agregó que, a pesar de que la producción de camarón de altamar es menor que la producción acuícola, el camarón silvestre representa la mayor parte de las exportaciones hacia Estados Unidos, lo que significaría un duro golpe a las exportaciones de camarón, que en 2018 dejó una derrama económica de 370 millones de dólares.
El camarón es uno de los productos pesqueros de mayor importancia económica en México y equivale, aproximadamente, a un tercio del valor de las exportaciones correspondientes a productos marinos. Datos de 2018 muestran que la producción total de camarón fue de 229,800 toneladas (71% producción acuícola, 17% captura altamar y 12% captura ribereña).
La producción y captura de camarón se concentra en unos pocos estados: Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Nayarit y Baja California Sur, mismos que contribuyen con poco más del 90% de la captura de altamar y ribereña de camarón. La mayor parte de la captura de camarón de estas entidades se destina a la exportación, por lo que serán los más afectados económicamente por el embargo.
La académica del CIAD comentó que un punto importante a resaltar para dimensionar el impacto económico es que la mayor parte del camarón de exportación corresponde a camarón de altamar, ya que esta provee tallas de mayor tamaño y de alto valor, lo cual propicia que el producto mexicano esté bien posicionado, mientras que el producto de acuicultura, donde predominan tallas medianas y pequeñas, no puede competir en precio con el camarón asiático, por lo que su mercado tiende a ser nacional.
Por último, Noriega Orozco comentó que es posible una solución próxima al embargo, pues, aunque hay poco tiempo antes de que se levante la veda del camarón, ya hay propuestas para lograr la capacitación, además de que las autoridades de pesca mexicanas han manifestado un amplio interés por resolver este problema de forma inmediata.
Colaboración de Lorena Noriega Orozco, investigadora de la Coordinación Regional Guaymas del CIAD.