El sistema inmune es fundamental en nuestra vida, su función es mantener el cuerpo del ser humano saludable y para lograrlo, día a día tiene que activar todos sus componentes y organizarlos en lo que se llama una “respuesta inmune”.
El Dr. Jesús Hernández López, investigador de la Coordinación de Nutrición del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A.C. (CIAD), explicó que esta respuesta debe estar finamente regulada para que durante el control y eliminación de los “patógenos”, no se provoquen daños colaterales al cuerpo.
Pero cuando la respuesta inmune no logra controlar y eliminar los patógenos en su totalidad, el cuerpo enfermará; Por el contrario, si la respuesta inmune es exagerada y está fuera de control atacará las células del cuerpo y provocará un padecimiento autoinmune, como por ejemplo: el lupus, dijo.
“La respuesta inmune se puede dividir en: innata y adquirida. La primera incluye componentes que todos tenemos al nacer, de allí el término “innata” y la segunda por el contrario, se adquiere desde el nacimiento y se va “adquiriendo” a través de nuestra vida”, continuó.
Para entender mejor el investigador cita el siguiente ejemplo: los niños nacidos en México tienen el mismo sistema inmune innato que los niños nacidos en Francia. Pero si se compara el sistema inmune adquirido de los adultos de México con los de Francia, habrá diferencias significativas.
La respuesta inmune innata abundó, es la primera línea de defensa del cuerpo, el primer contacto que el sistema inmune tiene con los patógenos. Las barreras naturales del cuerpo como la piel, la saliva, el sudor, entre otros, pertenecen al sistema innato.
Además, de estas barreras naturales, hay células muy importantes que se encargan de eliminar a los patógenos: las células fagocíticas. Como su nombre lo indica, estás células son encargadas de “comer y eliminar” a los patógenos que invaden el cuerpo.
El investigador precisó que cuando un invasor supera las barreras naturales, las células fagocíticas serán las encargadas de controlarlo y evitar que se disemine a otras partes del cuerpo.
Otro grupo importante del sistema innato son los llamados “receptores que reconocen patógenos”. Su función es censar cualquier agente extraño que ingresa al cuerpo y decidir cuál representa un riesgo la salud y cuál no.
Hernández López agregó que estos son solo algunos de los componentes del sistema inmune innato, los cuales, como se mencionó anteriormente, serán en términos generales iguales en niños que han nacido en México o Francia. Sus características y respuesta será la misma frente al mismo patógeno invasor. Sin embargo, es importante destacar que el sistema innato se puede deteriorar a través del tiempo o si no existe una alimentación adecuada. En este sentido, en una persona mal alimentada, la respuesta innata será limitada independiente del lugar de nacimiento.
Manifestó que la respuesta inmune adquirida es más sencilla en términos de componentes, pero más compleja en la forma en que se organiza y desarrolla. Sus componentes son: linfocitos T y linfocitos B. Pero lo interesante es que en el cuerpo existen millones de cada uno de ellos. Como previamente se comentó, la principal característica de la respuesta adaptativa es que se adquiere a través del tiempo. En consecuencia, los adultos tendrán mayor inmunidad adaptativa que los niños.
Esta respuesta dijo, depende totalmente del tipo y frecuencia de patógenos que cada persona enfrenta durante su vida. Por lo tanto, la inmunidad adquirida será diferente si se compara a personas de México y Francia. Los estilos de vida, alimentación y sobre todo la salubridad son diferentes en ambas ciudades, y en consecuencia, el sistema inmune adaptativo tendrá una adaptación diferente.
La memoria inmunológica se adquiere de forma natural a través de los diferentes contactos que hay con los patógenos y a través del uso de vacunas. Las vacunas contienen diferentes formas de los patógenos, lo que asegura aumentar la inmunidad adaptativa sin necesidad de enfrentar directamente a los patógenos. La vacunación es la mejor forma de prevenir enfermedades, reiteró.
La evolución ha sido maravillosa recalcó, lo que permite que las madres además de dar la vida, ofrezcan protección a sus hijos desde que están en el vientre. Cuando el bebe nace, y si es alimentado con leche materna, la inmunidad de la madre pasará al bebe mientras su sistema inmune madura y es capaz de desarrollar sus propia inmunidad adaptativa.
En medio del la respuesta innata y adaptativa, se encuentran las células dendríticas. Estas células se encargan de comunicar el sistema innato con el adaptativo, modular la respuesta adaptativa, y son las encargadas de definir el destino de cada linfocito. Estas células se localizan en todo el cuerpo, especialmente aquellos por los cuales los patógenos ingresan al organismo: piel, sistema respiratorio, digestivo y genitourinario.
Por último destacó que el sistema inmune es fundamental para la vida. Un mal funcionamiento puede poner en riesgo la salud de una persona. Una alimentación adecuada y un estilo de vida saludable es la base para un buen funcionamiento.