Consumir productos lácteos del río Sonora en este momento es tan seguro como consumir los de otras partes del estado de Sonora e, incluso, los de los anaqueles de cualquier supermercado, declaró el Dr. Alfonso Gardea Béjar en entrevista radiofónica concedida el martes 13 de enero.
El investigador del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), quien forma parte de un grupo interdisciplinario de científicos de esta institución que ha dado seguimiento a la contingencia ambiental ocurrida en el río Sonora, indicó que los contaminantes presentes en la leche no son necesariamente resultado del derrame ocasionado por la minera Buenavista del Cobre, subsidiaria de Grupo México.
La presencia de metales pesados en productos regionales y comerciales analizados hasta ahora está dentro de los rangos permitidos por la norma oficial mexicana. Sin embargo, aclaró, esta regulación no incluye metales como el cadmio, el cual está presente entre las muestras y puede tener implicaciones degenerativas para la salud humana.
“De ninguna forma esto implica eliminar responsabilidades al Grupo México”, afirmó el científico del CIAD, quien considera que la empresa debe continuar en su obligación de reparar el impacto ambiental y social del percance.
El Dr. Gardea consideró que debe hacerse un trabajo serio para que la gente del río Sonora recupere la confianza en las instituciones, pues también ha habido una afectación de orden social y psicológico.
La laxitud de la normatividad oficial mexicana es un asunto que debe atenderse, pues el balance entre el perjuicio ambiental producido por el sector industrial y el impacto económico no tiende a ser positivo para el estado de Sonora, concluyó el investigador.