Versa un dicho que nosotros “somos lo que comemos”; si eso es cierto, entonces ¿también somos la música que escuchamos? Un joven estudiante del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) se hizo esta pregunta y encontró interesantes hallazgos.
Recientemente, Fabián Garza Aguirre se tituló como maestro en desarrollo regional, logro que alcanzó tras realizar su tesis “Preferencias musicales y masculinidad en jóvenes estudiantes de Hermosillo, Sonora”.
Durante tres años Fabián aplicó encuestas a jóvenes de entre 15 y 18 años de edad de preparatorias públicas, de quienes descubrió que las canciones y videos musicales que estos consumen tienen una relación directa en la construcción de su identidad y en cómo perciben su realidad.
Entre los hallazgos más relevantes de Garza Aguirre destaca la popularidad que los géneros musicales conocidos como “norteño-banda” y “movimiento alterado” tienen entre la juventud hermosillense.
En dichos estilos artísticos se hace una apología al crimen y al consumo de drogas y alcohol. Además, en ellos se establecen parámetros materiales de “éxito personal” que se reflejan en la ropa que visten y los automóviles que conducen sus intérpretes, como el caso de El Karma, del cantante Ariel Camacho, que fue una de las canciones más populares entre el grupo de jóvenes que se entrevistó.
En dichos estilos artísticos se hace una apología al crimen y al consumo de drogas y alcohol. Además, en ellos se establecen parámetros materiales de “éxito personal” que se reflejan en la ropa que visten y los automóviles que conducen sus intérpretes, como el caso de El Karma, del cantante Ariel Camacho, que fue una de las canciones más populares entre entre el grupo de jóvenes que se entrevistó.
El joven investigador señala que percibe una generación de jóvenes “ansiosa” ante un panorama económico, político y social de incertidumbre. “Los jóvenes se encuentran frente a una época de dificultades sociales y culturales que influye directamente en la construcción de la identidad, tanto personal como colectiva. Estas problemáticas se exponen directa o indirectamente en la música preferida por los jóvenes”, manifestó Garza Aguirre.
Compases de amor y sexo
Por otra parte, este estudio también encontró que, a través de los géneros reggaeton y pop en inglés, los jóvenes escuchan música con un alto contenido de expresiones sexistas o machistas, desde la que se observa a la mujer como objeto sexual y erótico, como en el caso del sencillo The Hills, del intérprete The Weekend, cuya letra traducida al español tiene versos como: “Solo tengo sexo contigo después de las 5:30, la única vez que podría llamarte mía. Me encanta cuando me tocas, no cuando me sientes”.
No obstante, otra parte de la investigación arrojó datos que indican que esta generación de estudiantes tiene apertura a demostrar su sensibilidad hacia los temas afectivos de pareja, así como interés por la equidad y el respeto dentro de las relaciones de género.
Esta investigación es un extenso documento en el que se analizan diversos temas, como la cultura musical, la identidad de género, la influencia de los medios de comunicación en los jóvenes y una interesante descripción de los millennials hermosillenses.
La tesis de Garza Aguirre, la cual fue dirigida por el investigador especialista en estudios de género, Guillermo Núñez Noriega, y que contó con la asesoría de las profesoras Gilda Salazar Antúnez y Elba Abril Valdez, está disponible en la biblioteca del CIAD.