De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se registran más 15 millones de bebés prematuros en todo el mundo, y el parto pretérmino es la principal causa de mortalidad entre los recién nacidos.
Uno de los objetivos del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) y la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es coadyuvar en la prevención de partos prematuros en mujeres mexicanas, de acuerdo con Felipe Vadillo Ortega, investigador del Inmegen.
Desde hace varios años, ambas instituciones colaboran en proyectos de investigación relacionados con la salud materna y perinatal, que involucran el estudio y seguimiento de mujeres embarazadas de la Ciudad de México.
De investigaciones previas, el grupo de especialistas, que forma parte de un consorcio internacional que estudia la susceptibilidad genética para desarrollar nacimiento pretérmino, analiza la información de mujeres embarazadas atendidas en un consultorio del Hospital Materno Infantil Inguarán, ubicado en la delegación Venustiano Carranza.
Además, los especialistas mexicanos liderados por Vadillo Ortega, estudian otras condiciones alrededor del embarazo. Entre ellas, las infecciones cervicovaginales, las cuales aumentan el riesgo de desarrollar nacimiento prematuro.
Para este análisis, a las pacientes les toman “una muestra de exudado cervicovaginal con el fin de analizar un grupo de citosinas, que nos informan cómo está defendiéndose la madre de una infección local y determinar si es grave o no. Si tenemos una combinación de estas citosinas, eso nos va a permitir identificar a las mujeres que estén en riesgo de desarrollar un parto cercano”, explicó el doctor en Ciencias Biomédicas.
En este sentido, los investigadores también estudiaron, a través de secuenciación masiva de ADN y análisis bioinformático, el microbioma cervicovaginal de la mujer embarazada normal y lo contrastaron con diferencias presentadas en mujeres que desarrollaron nacimiento pretérmino. Este análisis confirmó que los métodos tradicionales solo pueden identificar 20 por ciento de las infecciones cervicovaginales.
“Estamos muy interesados en poder detectar específicamente el tipo de infección que pone en riesgo el embarazo humano y ahora –de este análisis– podemos detectar el 100 por ciento de los microorganismos que están presentes en una mujer de la que sospechamos podría tener una infección. Esto nos ha permitido tener un panorama totalmente nuevo”, expresó.
El objetivo de este proyecto es proponer nuevas metodologías para el diagnóstico de las infecciones cervicovaginales, que podrán contribuir a disminuir la prevalencia de nacimientos prematuros, así como otras complicaciones durante la etapa prenatal.
Un problema de salud pública
El investigador y también académico de la Facultad de Medicina de la UNAM añadió que se trata de un problema de salud pública, que deja a un gran número de niños prematuros sin acceso a servicios médicos.
“Tenemos muy pocas camas para atender neonatos pretérminos y la mayor parte de estas se encuentran en instituciones privadas. Hay una discordancia enorme entre la demanda y la capacidad de atención especializada. Quiere decir que la mayor parte de los niños prematuros no tiene acceso a la atención médica”, dijo.
Vadillo Ortega, quien pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con el nivel III, señaló que el método de atención para un bebé prematuro representa un costo muy elevado para el sistema de salud y las familias. Desafortunadamente, dijo, en muchos de los casos estos tratamientos no previenen todas las complicaciones como el daño neurológico de gravedad variable, debilidad visual, parálisis cerebral, entre otros.
“La única estrategia que nosotros podemos plantear son métodos clínicos que permitan identificar los embarazos que podrían complicarse, aunque todavía no tenemos nada a nivel mundial, estamos ensayando. Aprovechando la información que hemos obtenido en este proyecto, podemos empezar a delinear enfoques novedosos y los resultados de estos estudios los vamos a tener este mismo año”, manifestó.
México, pionero en la materia
A decir del doctor en Ciencias Biomédicas, con estas investigaciones se coloca a México como pionero en el análisis de la genómica del nacimiento pretérmino y en el desarrollo de metodologías de diagnóstico temprano.
“Estos estudios son patentables. La intención es protegerlo como propiedad intelectual de las instituciones participantes y eventualmente difundirlo a nivel mundial. Un primer producto será un panel diagnóstico que se patentará con apoyo de la institución”, puntualizó el especialista.
Adicionalmente, explicó que gracias a estos avances en la materia, el gobierno de Australia invitó al grupo de investigación a integrarse al Consorcio de Genómica del Parto Pretérmino, coordinado por la OMS.
El objetivo de este proyecto internacional, que inició en 2014, es integrar un mapa de la arquitectura genómica de nacimiento pretérmino, a través del seguimiento y análisis de mujeres y sus hijos que tuvieron un nacimiento prematuro, en el que participan seis etnias distintas: mexicana, caucásica norteamericana, africana, caucásica europea, china y australiana.
“Es una evaluación del genoma humano que resulta en riesgo incrementado para desarrollar parto pretérmino. Lo hacemos con un financiamiento del gobierno de Australia y México. La idea es juntar diferentes poblaciones para encontrar un mapa genético común que explique la susceptibilidad para desarrollar nacimiento pretérmino. Vamos a obtener un resumen de genes que señalan la propensión a desarrollar parto prematuro”, expresó Vadillo Ortega.
“El biobanco que hemos desarrollado en el proceso del proyecto es uno de los más completos a nivel mundial y permite abordar diferentes preguntas en torno al nacimiento prematuro”, concluyó.
Una colaboración de Carmen Báez de la Agencia Informativa Conacyt