Estudian impacto de jubilados extranjeros en Bahía de Kino y San Carlos, Sonora
Un estudio del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) ha analizado los impactos de la movilidad internacional de jubilados en las comunidades de Bahía de Kino y San Carlos, Sonora.
En los últimos años un cuantioso flujo de jubilados extranjeros se establece temporal o permanentemente en diversos destinos en México. Su presencia introduce una significativa serie de transformaciones en la población local, en su economía, sociedad, entorno físico y medio ambiente.
Desde hace más de veinte años, Sonora recibe la visita de miles de jubilados extranjeros que deciden establecerse temporalmente durante los meses de octubre a abril, repitiendo su presencia año tras año; incluso un importante número de ellos han adquirido propiedades en las localidades receptoras que se convierten en su segunda residencia o hasta en su residencia permanente.
En años recientes se ha reportado la presencia de más de 35 mil jubilados extranjeros, principalmente de Estados Unidos y Canadá, que se establecen en las playas de Bahía de Kino, San Carlos y Puerto Peñasco y en pueblos como Álamos y Magdalena. Se estiman entre 2,500 y 4,000 extranjeros radicando temporal o permanentemente en Bahía de Kino y entre 3,500 y 7,000 en San Carlos.
Con el fin de conocer la opinión de los pobladores de estas dos últimas localidades sonorenses se aplicó una encuesta a 170 residentes y jubilados extranjeros, con la que se obtuvo información para evaluar los impactos económicos, socioculturales y medioambientales generados por este particular tipo de migración. Asimismo, el estudio busca evaluar la convivencia y trato entre población local y jubilados extranjeros, pudiendo establecer los límites de tolerancia y la capacidad de carga de los sitios receptores.
Entre las respuestas más frecuentes que expresaron los encuestados, se encontraron impactos positivos como aumento del ingreso, calidad de vida, generación de empleos, oportunidades para abrir y hacer negocios, desarrollo económico local, disponibilidad de actividades recreativas, mejora de la infraestructura y servicios públicos, mejora de la imagen física de la localidad y desarrollo urbano.
Por el lado contrario, manifestaron impactos negativos como inflación en bienes raíces, servicios, productos de consumo básico y comidas en la calle, así como el estancamiento de los salarios, aumento en alcoholismo, drogadicción, inseguridad y deterioro ambiental. A pesar de la molestia generada por los impactos negativos, próximos a desbordar los límites de tolerancia, la gran mayoría de pobladores apoyan la presencia de los jubilados extranjeros, esperando beneficiarse de los impactos positivos.
Este estudio forma parte de la tesis de investigación de Jesús Pedro Urquijo Andrade, estudiante del CIAD, para alcanzar el grado de doctor en Desarrollo Regional, quien es dirigido por el profesor, y titular de la Coordinación de Desarrollo Regional de la institución, Jorge Inés León Balderrama.
El estudiante del CIAD explicó que diversos pronósticos prevén aumento en el número de jubilados extranjeros hacia 2030, por lo que resulta importante generar información para que todos los actores involucrados busquen gestionar los impactos positivos e intentar minimizar los impactos negativos en el marco del desarrollo regional sustentable.
Por su parte, el profesor del CIAD señaló que la generación de este conocimiento científico puede ayudar al desarrollo de acciones dirigidas desde la propia sociedad receptora y a la elaboración de políticas públicas locales que busquen maximizar los impactos positivos como la derrama económica, generación de empleos y dinamización de la economía, buscando un proceso de progreso para la población, la economía y el medio ambiente de la región.