Experiencias de atención al parto de un grupo de mujeres en Hermosillo, Sonora
Diversas investigaciones muestran que en contextos hospitalarios las mujeres experimentan distintas formas de violencia en la atención a su salud reproductiva, las cuales son denominadas como violencia obstétrica.
Erviti, Sosa, y Castro (2007) explican que, tanto en la práctica médica como en el personal de los servicios de salud persiste una visión patriarcal sobre el cuerpo femenino, lo que sostiene y reproduce una percepción que define el significado de ser mujer. Lo anterior hace que las mujeres no sean reconocidas como personas autónomas con derechos propios, además de verse como “personas conflictivas”, cuyos cuerpos deben disciplinarse e intervenirse “médicamente”, lo cual evidencia los significados que se tienen del cuerpo femenino, define las formas de atención a su salud y la concepción sobre sus derechos reproductivos.
En este sentido, es importante señalar que una investigación regional en un territorio y espacio específico sobre la atención al parto es, además de una aportación en el campo de los estudios de género, un tema relevante en la agenda feminista y de políticas públicas en el proceso de erradicación de la violencia hacia las mujeres, tema que, además, forma parte de los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Los antecedentes en el tema de violencia obstétrica se gestan desde hace algunas décadas con las demandas feministas, el movimiento amplio de mujeres y los movimientos a favor del parto humanizado, que destacaron por su notable activismo a favor de las demandas de las mujeres y los importantes avances en estos temas en la agenda pública durante la década de 1980 (Sánchez, 2015). Estos movimientos elaboraron una fuerte crítica a la patologización de los procesos reproductivos de las mujeres y al desarrollo de una atención a sus cuerpos “enfermos”, a partir de ver los eventos reproductivos como enfermedad. Es importante destacar que la problemática con relación a la atención al parto surge a mediados del siglo pasado, por lo que se trata de un problema con larga trayectoria de denuncia en el espacio público.
Frente al escenario de la pandemia por covid-19, el respeto al derecho de acceso a la salud se vio trastocado cuando se trataba de la atención al parto. Lázzaro (2021) señala que dicha emergencia sanitaria trajo consigo reestructuraciones inmediatas en la atención hospitalaria, en su funcionamiento y dinámicas, lo cual afectó en la atención obstétrica/perinatal, centralizada en dispensarios, hospitales y clínicas, lo cual provocó que las mujeres en proceso de atención a su embarazo, parto y puerperio se sintieran en una situación de abandono respecto a desatención y desinformación por parte de la institución.
La investigación
Un estudio realizado por Thania E. Carrillo Valenzuela, como parte de su tesis en la maestría de desarrollo regional en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), bajo la dirección académica de la profesora Gilda Salazar Antúnez, investigadora de la Coordinación de Desarrollo Regional, indagó sobre las experiencias de atención al parto de mujeres, antes y durante la emergencia sanitaria por la pandemia de covid-19 en Hermosillo, Sonora.
El estudio partió del supuesto de que, producto de la construcción de las identidades de género, la práctica médica en los servicios de salud produce una violencia específica hacia las mujeres que se encuentran en el proceso de atención al parto. Asimismo, se tomó como eje de análisis a mujeres que tuvieron un parto durante el año 2018 y a partir del 16 de marzo 2020, que fue cuando se emitió la alerta por presencia del virus en la ciudad.
La metodología de esta investigación fue de corte cualitativo con enfoque fenomenológico, con el objetivo de obtener un entendimiento profundo de las experiencias de las mujeres en el proceso de atención al parto. El análisis adoptó una perspectiva feminista para destacar la voz de las propias mujeres, siendo estas las protagonistas en la construcción del conocimiento.
A través de la discusión entre la teoría y el dato empírico (los testimonios de mujeres entrevistadas), se logró identificar tres concepciones que se tienen sobre las mujeres durante la atención al parto, a partir de las cuales surgen y se plantean como eje de análisis los siguientes:
Concepción de la maternidad. Este eje o dimensión refiere a la noción que se tiene del hecho de ser mujer y que moldea el proceso de atención al parto, lo que en esta investigación se analizó a partir de la interacción del personal de salud y las usuarias, específicamente en lo referente al manejo del dolor y el trato que se brinda a las usuarias durante la atención de sus partos.
Patologización y medicalización del parto. En este eje se indagó a partir de la información o desinformación que recibe la usuaria de parte del personal de salud con relación a las intervenciones que se le practicaron durante el nacimiento.
Jerarquías de poder-saber. A partir de este eje se habla de cómo el personal médico trata a las mujeres de manera autoritaria, sin dar mucha importancia a la empatía o la comprensión que deberían tener cuando las mujeres comparten sus pensamientos y conocimientos sobre sus propios cuerpos durante sus procesos de salud reproductiva. Este concepto resalta la desigualdad y hace énfasis en la relación de jerarquía entre el personal médico y las mujeres, denominadas siempre las “pacientes”, y muestra cómo el poder que se le da al personal médico puede llevar a ignorar las voces y perspectivas de las mujeres, negando el conocimiento que ellas tiene de la experiencia de sus propios cuerpos. No sólo implica que los médicos tomen decisiones sin tener en cuenta a las mujeres-usuarias, sino que también disminuye la autonomía y los conocimientos de ellas mismas como personas.
Hallazgos
Los resultados de la investigación revelan que las mujeres que dieron a luz durante la emergencia sanitaria experimentaron violencia obstétrica de manera similar a aquellas que tuvieron sus hijos antes de la pandemia. Se estableció que las experiencias compartidas por las participantes en este estudio, acerca de la atención recibida durante el parto, exhiben dinámicas y prácticas consideradas como violencia obstétrica, evidenciando la persistencia de esta problemática. Sus narrativas indican malos tratos por parte del personal médico y de salud, a partir de ignorar o negar la atención cuando se está pasando por episodios de dolor debido a las contracciones, por mencionar algún dato, lo cual genera además de miedo sentimientos de vulnerabilidad. Las mujeres entrevistadas señalaron que cuando no reciben información clara y precisa sobre determinadas prácticas y no les piden consentimiento para las mismas o para intervenciones quirúrgicas, se sienten abusadas e ignoradas por el personal de salud.
Los datos también indican la presencia de un maltrato expresado en forma de regaños o malos tratos hacia las mujeres-usuarias cuando no siguen las órdenes médicas o dan su opinión respecto a ciertos temas que, según el personal de atención, no son del conocimiento o incumbencia de las mujeres. Finalmente, se puede afirmar que la concepción de la maternidad, del cuerpo de las mujeres y de los procesos reproductivos, moldean muchas de las prácticas hospitalarias en la atención al parto. En este contexto, se destaca que el personal de salud ejerce un control sobre las mujeres y sus cuerpos como usuarias del sistema de salud, manifestando un poder-saber institucional que se traduce en el sometimiento de ellas y sus cuerpos durante la atención obstétrica.
Referencias
Erviti, J., Sosa, I. A. y Castro, R. (2007). Respeto a los derechos reproductivos en las políticas de salud reproductiva. Salud Pública de México, 49: 161-165.
Sánchez, S. B. (2015). La violencia obstétrica desde los aportes de la crítica feminista y la biopolítica. Dilemata, 18.
Lázzaro, A. I., y Bergero, M. A. (2021). Gestar y parir en pandemia: vulneración de derechos y marcas subjetivas en la atención obstétrica/perinatal en contexto de covid-19 en Argentina. Disponible en: Repositorio Institucional Conicet Digital. Universitat de Barcelona.
Autora: Thania Estefanía Carrillo Valenzuela, egresada de la maestría en desarrollo regional del CIAD, bajo la dirección académica de Gilda Salazar Antúnez, investigadora de la Coordinación de Desarrollo Regional.