Ante la noticia de que la que empresa petrolera estadounidense Chevron inaugurará una sucursal expendedora de gasolina en Hermosillo, Sonora, en el contexto de la liberalización del precio de los combustibles, Luis Huesca Reynoso, académico del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), comentó que no necesariamente será más barata.
El investigador explicó que, si bien la presencia de esta distribuidora ayudará a promover un mayor entorno de competencia en el mercado de las gasolinas y el diésel, no se pronostica que sus precios al público sean menores a los que actualmente se ofrecen en el mercado; esto es, precios inferiores al actual de 15.90 pesos el litro de la versión Magna.
En una entrevista para el noticiero Proyecto Puente, el economista del CIAD advirtió que la reforma energética avanza a un paso lento y que, por el momento, solo está enfocada en la distribución y en la comercialización de combustibles (no aún en la producción de gasolinas por las compañías extranjeras), lo que representa que Chevron solo puede comprarle la gasolina a Pemex.
“La gente no se da cuenta realmente si el precio está bajando o subiendo en términos relativos entre las gasolineras actualmente, entonces no observa que la diferencia de precios está supeditada a los márgenes de costo que impone PEMEX en su distribución, ya que continuará siendo la proveedora aún para Chevron”, indicó el profesor de la Coordinación de Desarrollo Regional del CIAD.
Lo anterior significa que, al comprar gasolina mexicana, Chevron no está exenta de pagar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA), así como venderla por debajo del piso que establece la misma compañía PEMEX, por motivos de costos de importación, que representarían un costo final al consumidor de hasta un margen de 40-60% más cara con respecto del precio por litro al que se vende actualmente en Estados Unidos.
Huesca Reynoso agregó que el galón de gasolina en Estados Unidos tiene un precio promedio de 2.11 dólares; es decir, 9.95 pesos mexicanos, por lo que, de acuerdo al tipo de cambio actual, se obtiene que el litro del combustible en Estados Unidos es casi seis pesos más barato que en México. Esta diferencia la hace precisamente la carga impositiva que tiene cada litro ofertado en el mercado mexicano de las gasolinas, independientemente de la compañía que la venda.
Luis Horacio Muñoz, presidente de la Organización de Expendedores de Petróleo (Onexpo) en Sonora coincidió en el punto de vista del investigador, mas puntualizó que la diferencia del combustible que ofrecerá Chevron radica en un aditivo que utilizará el producto.
Pese a la lógica fiscal de esta hipótesis, el economista del CIAD celebra la llegada de la competencia en oferta de venta de hidrocarburos en la capital sonorense, y dijo que espera se diseñen estrategias mercadológicas que tengan beneficios para los consumidores, así como una posible adaptación de tecnología en las bombas, que automaticen la venta del hidrocarburo, agilizando la venta al consumidor.
Por último, el experto subrayó que la reducción de costos por nómina sin duda contribuiría a bajar el precio de la gasolina, en la medida en que los impuestos sigan representando hasta el 40% del costo en cada litro vendido.