Desde joven, Julián Esparza Romero descubrió que su vocación estaba encaminada a la investigación, especialmente en el área de la salud. El estudio de la diabetes se cruzó por su camino y decidió tomarlo. A la fecha suma 24 años estudiando esta enfermedad, así como la obesidad, en grupos indígenas de Sonora.
Mientras estaba por concluir la licenciatura en ciencias químico-biológicas, en la Universidad de Sonora, supo que quería dedicarse a la generación de conocimiento que impacta positivamente en la sociedad. Fue así que decidió cursar la maestría en ciencias, con especialidad en nutrición en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), institución que se ha convertido en su segundo hogar.
“Cuando terminé la carrera tenía muy claro el punto a seguir. Me gustaba la investigación, creo que por influencia de los profesores, y desde ahí la visualicé como un área de desarrollo y en que podía aportar con el conocimiento para el beneficio de la sociedad”, dice a la Agencia Informativa Conacyt.
Miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), recuerda que tenía la inquietud de seguir su formación en el extranjero, por lo que buscó realizar una estancia sabática en la Universidad de Arizona y, posteriormente, el doctorado en epidemiología en la misma institución.
“Quería irme al extranjero y decidí hacerlo no porque no hubiera programas importantes en México, sino porque era un deseo que tenía. Luché bastante para pasar los exámenes y me aceptaron en la Universidad de Arizona, donde solicité el programa de doctorado del Colegio de Salud Pública, en el Departamento de Epidemiología y Bioestadística, con el apoyo de una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)”, recuerda.
Su inicio en el ámbito académico fue con un proyecto enfocado en el análisis de las comunidades pima en Sonora, México, y en Arizona, Estados Unidos, para conocer la prevalencia de diabetes y obesidad, en función de su dieta y estilo de vida. El tema lo siguió trabajando como su proyecto de doctorado y a la fecha sigue siendo su línea de investigación.
A su regreso a México, su camino ya estaba escrito y lo llevó de regreso al CIAD, donde debía aplicar el conocimiento y la experiencia en epidemiología y bioestadística que adquirió en el posgrado, especialmente en lo relacionado con el diseño de estudios epidemiológicos, así como en el análisis estadístico de este tipo de proyectos.
El primer estudio en el que participó se realizó en comunidades de la etnia pima en 1991, cuando analizaron dos grupos genéticamente relacionados: una comunidad que habitaba en Sonora y otra en Arizona, Estados Unidos. El propósito era evaluar la influencia de la dieta y la actividad física de ambos grupos sobre la prevalencia de diabetes mellitus y obesidad.
Le siguió un segundo análisis comparativo (en 1995) entre ambas comunidades pima genéticamente relacionadas, incluyendo además un grupo de comparación con personas no genéticamente relacionadas pero viviendo bajo el mismo ambiente que el grupo pima de Sonora.
Un tercer proyecto se realizó en el año 2010 para observar si los cambios ambientales en la comunidad pima mexicana impactaron en la prevalencia de los padecimientos estudiados previamente. A través de estas investigaciones, ha mostrado que el ambiente es uno de los factores más importantes que explican la prevalencia de obesidad y diabetes en las comunidades indígenas.
Decisiones correctas
A la distancia, el doctor Esparza Romero se muestra satisfecho de que su trabajo durante más de dos décadas es una contribución en beneficio de estas comunidades. Ello lo hace sentir satisfecho de que, al inicio de su camino, tomó las decisiones correctas en función de su vocación.
“No me arrepiento de haber elegido esta profesión. En la vida, en muchas ocasiones se toman decisiones que en el momento se consideran las mejores, aunque en realidad no sean las que uno quiera. En mi caso elegí la que me apasionaba que he comprobado era la correcta”, abunda.
En entrevista, evoca los recuerdos del momento en que se cruzó con el proyecto de los pima y la diabetes, pues refiere que fue la mejor decisión llegar al CIAD y elegir el área de nutrición.
Pero además, considera, también influye que los acontecimientos se dan en el momento y lugar adecuados, “porque me ofrecen participar en ese estudio, me uno al grupo binacional y hasta ahora continúo con esa línea de investigación”.
El responsable de la Unidad de Investigación en Diabetes del CIAD refiere que este mensaje es el que comparte con los nuevos estudiantes, les habla de su ejemplo pero, además, los insta a que conozcan el trabajo de los distintos investigadores, para que se formen un criterio más amplio “y decidan hacia dónde les gustaría ir, porque si toman la mejor decisión serán más exitosos y perderán menos tiempo”.
Investigación para la solución de problemas
Convencido de que la ciencia y la tecnología son las palancas que impulsan el crecimiento de las naciones, el doctor Julián Esparza se muestra comprometido con la formación de los futuros investigadores.
Es por ello que pone su mejor empeño con los estudiantes, pues desea que se dejen atrás las cifras actuales de que en México por cada mil habitantes solo hay 0.9 personas dedicadas a actividades científicas y tecnológicas.
“Ya está demostrado que el éxito de muchos países de debe a la inversión en investigación; esa es la clave para el crecimiento, pues aquellos que han crecido mucho es porque le han invertido en esas áreas, además de que impulsan la generación de nuevos investigadores”, añade.
En ese sentido, reitera que el conocimiento que se genera debe estar enfocado en atender los problemas que aquejan a las naciones. En el caso de la nuestra, la diabetes es la principal causa de muerte, pues, según cifras de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, 70 de cada 100 mil personas murieron a causa de diabetes mellitus (tipo 2) en 2011.
“Se trata de un tema prioritario del país, por lo que necesitamos mucha gente formada en las áreas de diagnóstico y prevención de estas enfermedades, cuyo trabajo busque influir en la política pública”, dice.
De acuerdo con el investigador, las preocupantes cifras en torno a la diabetes representan un grave problema para las finanzas de las personas, de sus familias y de las instituciones de salud.
“Es un problema que no debemos dejar pasar, se debe actuar ya y confiamos que el trabajo que realizamos contribuya a que en un futuro cercano veamos cambios favorables para el país”, concluye.
El doctor Julián Esparza tiene como áreas de interés la epidemiología de la diabetes y los factores de riesgo cardiovasculares, entre ellos obesidad, resistencia a la insulina, síndrome metabólico, prediabetes y micro y macroalbuminuria, además del análisis de los estilos de vida y su asociación con la salud de comunidades indígenas, así como programas de prevención y manejo de obesidad y diabetes.
Actualmente está por concluir un estudio sobre los indígenas seris de Sonora e iniciar un nuevo proyecto en comunidades yaquis centrado en el diagnóstico y prevención de estas enfermedades.
Colaboración de Ana Luisa Guerrero, corresponsal de la Agencia Informativa Conacyt