Hígado graso en niños asociado al consumo de azúcares y grasa
El hígado graso no alcohólico es una enfermedad que puede afectar a los adultos y niños, y puede provocar cirrosis. En un inicio esta enfermedad es silenciosa, es decir, las personas no presentan signos ni síntomas, lo que dificulta su detección. Si la enfermedad no se detecta ni se trata a tiempo puede progresar hasta convertirse en cirrosis y hasta en cáncer hepático.
Distintos estudios de investigación señalan que los posibles factores de riesgo para padecer esta enfermedad podrían ser la obesidad, la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2. También la alimentación juega un papel muy importante, ya que las dietas ricas en azúcares simples y grasas parecen ser perjudiciales para la salud.
En México y en el estado de Sonora, la obesidad es un problema de salud que afecta tanto a adultos como niños. Se ha mostrado que los niños(as) en edad escolar tienen un consumo elevado de azúcares simples (refrescos, jugos, dulces de todo tipo, pastelitos) y grasas (frituras, alimentos preparados con mucho aceite o manteca). En estos menores de edad se pueden observar alteraciones en la glucosa, resistencia a la insulina, presión arterial elevada, obesidad y niveles elevados de triglicéridos en sangre.
En este contexto, en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) se realizó un estudio donde se buscó analizar la presencia de hígado graso no alcohólico en niños y se encontró que el 41% de los niños y el 25% de las niñas, de aproximadamente 7 años, tenían un nivel alto de grasa corporal; es decir, fue elevado en aproximadamente 3 de cada 10 niños y niñas.
Entre los hallazgos se encontró que el 17.5% de los niños y niñas presentaron glucosa alterada y además se detectaron 12 casos con resistencia a la insulina. Esto aumenta el riesgo de que a una edad temprana puedan padecer diabetes y enfermedad cardiovascular.
En este estudio, en particular no se pudo encontrar la presencia de hígado graso no alcohólico. Sin embargo, se observó que el consumo de carbohidratos simples se asocia con el aumento de la grasa en el cuerpo. Asimismo, el consumo de grasa saturada (nieve, mantequilla, manteca, aceites) se asocia con el aumento de la circunferencia de cintura, que, a su vez, se relaciona con niveles elevados de la enzima hepática (ALT), la cual podría provocar la enfermedad de hígado graso no alcohólico.
Para poder prevenir esta enfermedad es importante evitar el consumo excesivo de grasas, principalmente las saturadas, y disminuir el consumo de alimentos ricos en azúcares como refrescos y jugos embotellados.
Es importante mantener una buena alimentación en casa, que sea rica en frutas y verduras, combinadas en sus diferentes colores, para que sean más atractivas para los pequeños del hogar, y que también incluya el consumo de carne de res, pollo, pescado y cereales como las tortillas y el pan, y mantener el consumo frecuente de agua simple.
Es conveniente que los niños y las niñas se acostumbren desde pequeños a realizar ejercicio físico diario para poder disminuir o evitar los niveles altos de grasa en el cuerpo.
Referencia:
Ayala, M. (2016). Presencia de hígado graso no alcohólico en niños escolares sonorenses, asociada al consumo de azúcares simples y grasa (tesis de maestría). CIAD.
Estudio realizado en el Laboratorio de Metabolismo de Lípidos.
Responsable: Dra. Martha Nydia Ballesteros.
Técnico Académico: QB. Elizabeth Artalejo Ochoa.
Colaboración de Abril Peña Meza, estudiante de la Maestría en Ciencias, y Graciela Caire Juvera y María del Socorro Saucedo Tamayo, investigadoras de la Coordinación de Nutrición del CIAD.