El estado de Guerrero es el principal productor de mango a nivel nacional. En su mayoría, esta actividad económica es generada por campesinos con una capacidad de cosecha a partir de una hectárea. Sin embargo, en las comunidades productoras de mango la marginación socioeconómica es una constante.
Lo anterior se debe, en parte, a la falta de tecnificación en el manejo del cultivo de esta fruta. En este sentido, se ha iniciado el proyecto “Desarrollo tecnológico e innovación de productos a base de mango como alternativa de valor comercial” en el marco del programa de cátedras del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Los catedráticos César San Martín Hernández, Manuel Alejandro Vargas Ortiz y Eber Addí Quintana Obregón, adscritos a la Coordinación Regional Culiacán del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), así como la investigadora María Dolores Muy Rangel, son quienes están al frente de esta iniciativa.
Las jornadas de trabajo para apoyar la cadena productiva mango en Guerrero iniciaron con visitas a las comunidades de campesinos donde se ha brindado asesoría técnica en nutrición vegetal, aprovechamiento de biomasa y transformación de mango.
Asimismo, se han impartido cursos de capacitación como “Requerimientos nutrimentales y fertilización del cultivo de mango”, “Aprovechamiento de la biomasa de mango para el desarrollo de compostas” y “Oportunidades para el valor agregado de mango en el pacífico mexicano: deshidratados y subproductos”.
Al momento, a través de la capacitación, se ha beneficiado directamente a más de un centenar de campesinos(as) guerrerenses, lo cual contribuye al bienestar familiar y social.
En las siguientes jornadas se incluirán talleres para el desarrollo de productos de valor agregado del mango, así como transferencias tecnológicas acordes a las condiciones de la zona, gestionadas desde las instalaciones de la Adesur (Alianza Estratégica para el Desarrollo Sustentable de la Región Pacífico Sur), ubicadas en Acapulco.
Con las actividades programadas se espera promover la apropiación del conocimiento científico en esta comunidad rural y generar condiciones que permitan el desarrollo socioeconómico de la región.
Colaboración de Eber Addí Quintana Obregón, César San Martín Hernández y Manuel Alejandro Vargas Ortiz, catedráticos Conacyt adscritos al CIAD.