La presencia de enfermedades crónicas en el mundo ha aumentado con el tiempo, de tal manera que se estima un incremento del 46 al 57% de estas enfermedades para el año 2020. Las mujeres y los hombres tienen muchos problemas de salud en común, pero éstos afectan a las mujeres de una manera distinta. Por ejemplo, algunas enfermedades son más comunes en las mujeres, tales como la osteoartritis, la obesidad y la depresión. Además, las mujeres pueden tener síntomas diferentes a los hombres en el caso de las enfermedades cardiacas.
Una de las enfermedades crónicas que representa un problema de salud mundial es el cáncer de mama, debido a que es el más frecuente entre las mujeres. En esta ocasión, hablaremos de esta enfermedad que, aunque se presenta tanto en mujeres como en hombres, es mucho más común en las mujeres. En México, este tipo de cáncer representa un desafío en materia de salud pública, ya que a partir del 2006 ocupa el primer lugar como causa de muerte por tumores malignos en la mujer. A nivel nacional, los estados de la frontera norte de México representan las mayores tasas de mortalidad del país, representando aproximadamente el 25% del total nacional.
¿Qué es este mal que afecta a la población alrededor del mundo y a nuestro país? El cáncer de mama es una enfermedad en la cual se desarrollan células cancerosas en los tejidos de la mama. La enfermedad se caracteriza por su larga duración y por presentarse de manera diferente entre los pacientes.Los tumores mamarios crecen lentamente, por lo que tanto el periodo preclínico (antes del diagnóstico) como las fases clínicas (después del tratamiento) pueden durar años o décadas. La importancia en la distinción del tipo de cáncer mamario recae en que permite una mejor selección del tratamiento de la enfermedad y por lo tanto una mejor recuperación y expectativa de vida.
En el campo de la investigación existe un gran interés por entender las causas del cáncer mamario. Una parte sustancial de la variación mundial en el riesgo de cáncer mamario se debe a la diferente presentación de los factores de riesgo, tales como los genéticos o los de tipo reproductivo, destacando en éstos últimos la edad de la primera menstruación, edad al primer embarazo, número de hijos y lactancia materna. Sin embargo, estos factores no explican en su totalidad las variaciones en la incidencia de la enfermedad, por lo que mucha de esta diferenciación se ha atribuido a factores relacionados con el estilo de vida. Dentro de estos factores se encuentra la alimentación, y es a la que nos referiremos en las líneas siguientes.
Algunos estudios han afirmado que cuando los pobladores de países asiáticos migran a países occidentales y adoptan la alimentación característica de esta población, aumenta en ellos el riesgo de cáncer de mama. Lo cual sugirió que el estilo de vida, incluyendo cambios en el consumo de los alimentos, podría explicar este aumento en el riesgo de la enfermedad. Es por eso que se estima que más del 50% de los cánceres pueden ser prevenibles; los factores de estilo de vida como la alimentación, se pueden modificar y pueden marcar la diferencia en la incidencia del cáncer mamario e incluso en el control de la enfermedad.
Una alimentación equilibrada rica en frutas y verduras, baja en carne roja, grasas y alcohol es considerada como sinónimo de salud. Un factor de riesgo recurrente en diversos estudios es el consumo de alcohol, ya que se ha observado que un consumo excesivo incrementa el riesgo de padecer cáncer mamario. Diversos estudios aluden al consumo de folatos, que son compuestos que se encuentran en abundancia en las verduras de hojas verde-oscuras, leguminosas, fruta e hígado, como un mecanismo probable en la prevención del cáncer mamario. El consumo de fitoestrógenos, que se encuentran principalmente en alimentos de origen vegetal, también se ha relacionado como posible factor protector para el cáncer de mama.
Algunos investigadores sugieren que una alimentación alta en azúcares refinadas (azúcar común para consumo, azúcar de los refrescos, jugos, pasteles, etc.) puede incrementar el riesgo de cáncer de mama. La ingestión de carne roja presenta un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer mamario, ya que se menciona que dependiendo del método de cocción, la carne roja puede ser fuente de aminas heterocíclicas, compuestos nitrosos e hidrocarburos poliaromáticos, que son compuestos cancerosos. Se menciona también que la alta presencia de grasas saturadas (de origen animal) en la alimentación puede ser detonador de cáncer. Por otro lado, la especulación de la relación entre el consumo de productos lácteos y el cáncer de mama continúa sin sustento científico, ya que no se ha encontrado asociación clara entre el riesgo de cáncer de mama y el consumo de leche ó productos lácteos.
Últimamente las investigaciones se han centrado en la alimentación en su conjunto, más que en alimentos o nutrientes individuales. Así, se ha observado que la incidencia de cáncer mamario pudiera estar relacionada con la alimentación occidental, caracterizada por un consumo alto de carnes, grasa total o saturada y azúcares simples, y por el consumo bajo de granos integrales, frutas y verduras. Es decir, los patrones alimentarios ricos en frutas y verduras así como bajos en alcohol, grasas, harinas y azúcares refinados, parecen disminuir el riesgo de cáncer mamario. Como dato interesante, vale la pena mencionar que actualmente, alrededor del 97% de las mujeres mexicanas consumen menos de 400 g de frutas y verduras al día.
Cabe aclarar que el estudio de la asociación entre la alimentación y el cáncer mamario permanece todavía controversial, pues intervienen diversos factores que causan una gran variabilidad entre individuos. Es importante considerar la alimentación en su conjunto y no solo nutrientes individuales, así como los efectos del cocinado, para conocer la relación de la alimentación integral sobre el riesgo de cáncer mamario.
La divulgación de las propiedades de algunos compuestos o suplementos ha aumentado el interés, sobre todo en las mujeres, que buscan consumir productos, complementos o alimentos que les ayuden a mejorar su salud. Sin embargo, es necesario puntualizar que ningún alimento o nutriente por sí solo es la panacea nutricional, y la clave para tener una alimentación saludable consiste en la combinación adecuada de alimentos y nutrientes en la alimentación diaria. Esto ayudará a prevenir algunas de las enfermedades crónicas más comunes en la actualidad, incluido el cáncer mamario.
http://www.botanical-online.com/medicinalscancerdemamaalimentacion.htm
http://lbe.uab.es/vm/sp/old/docs/tipos-estudios/cohorte-epic.pdf
http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/enfermedad/2004/05/06/99677.php
Dra. Graciela Caire Juvera
Doctorado
Epidemiología del cáncer y nutrición
Investigadora Titular del Departamento de Nutrición Pública y Salud, Coordinación de Nutrición, CIAD, A.C.
Correo electrónico: gcaire@ciad.mx
Tel. (662) 289-2400, ext. 395
Vínculo a mis proyectos, etc., se puede poner la página del ciad:
https://ww1.ciad.mx/nutricion/nutrici-n-p-blica-y-salud/dra.-graciela-caire-juvera.html
Hoy Día Mundial del Cáncer de Mama, “Juntos es posible”
El 19 de Octubre de se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, y lo que se pretende es tomar conciencia a todas las mujeres de que cuanto más temprano se realiza un diagnóstico más posibilidades habrá de erradicar la enfermad del cuerpo.
En este día se insiste en que un diagnóstico a tiempo es la mejor solución para las pacientes, porque según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 30 segundos en algún lugar del mundo se diagnostica un cáncer de mama.
El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud calcula que, si no se ponen remedios adecuados, 85 millones de personas podrían morir de cáncer entre 2005 y 2015.
El lema del Día Mundial contra el Cáncer 2012, “Juntos es posible”, recalca la idea de que la única forma de reducir las muertes prematuras por cáncer es mediante la colaboración de todas las personas, organizaciones y gobiernos.
Cada año en este día, la OMS apoya a la Unión Internacional contra el Cáncer y promueve medidas para aliviar las cargas producidas por el desarrollo de la enfermedad. La prevención del cáncer es muy importante y debe procurarse la mejora de la calidad de vida de los enfermos. Es un proceso de crecimiento y diseminación incontrolados de células que puede aparecer en diversos lugares del cuerpo.
El tumor suele invadir el terreno circundante y puede provocar metástasis en puntos distantes del organismo. En muchos casos se podría prevenir evitando la exposición a factores de riesgo habituales como el humo del tabaco y un modo de vida poco sano.
El número total de casos está aumentando en todo el mundo. Un porcentaje importante de cánceres pueden curarse mediante cirugía, radioterapia o quimioterapia, especialmente si se consigue una detección precoz.
Todos debemos colaborar para la prevención y erradicación, si fuera posible, de esta enfermedad.