La calabaza: saludable, deliciosa y divertida
Durante octubre, una de las hortalizas que mayormente destaca en los anaqueles de los supermercados es la calabaza. Aunque es un alimento que está disponible casi todo el año, su demanda se incrementa durante este mes debido a que la celebración de la festividad estadounidense conocida como Halloween, de la cual se ha convertido en el símbolo representativo, cada vez es más popular en México.
Si bien es cierto, la “noche de brujas” apenas tuvo su intrusión en la cultura mexicana hace unas décadas, la calabaza ha sido protagonista de nuestra gastronomía, haciendo su “aparición” en forma de postres como empanadas y pasteles, horneada con miel o en mermeladas y conservas.
Desde el punto de vista nutricional, la pulpa de la calabaza contiene una diversidad de compuestos bioactivos como polifenoles, carotenoides, tocoferoles, vitaminas (C, B1 y folatos) y minerales (potasio, calcio, magnesio, sodio, hierro zinc, cobre y manganeso), que son importantes para mantener un estado óptimo de salud, ya que inhiben el desarrollo de numerosas enfermedades, tales como hipertensión, infertilidad, problemas de inmunidad y padecimientos oculares, entre otros.
En la industria alimentaria, la calabaza se utiliza para la elaboración de jugos, ates, mermeladas, alimentos para bebés y adobos, entre otros alimentos. También se procesa en forma de harina, como fruto seco, y sus semillas se aprovechan para la elaboración de aceite.
Gustavo González Aguilar, investigador del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), explicó que, en el Laboratorio de Antioxidantes y Alimentos Funcionales de esta institución, se ha estudiado la calabaza para la elaboración de productos mínimamente procesados y de quinta gama (parcialmente preparados para su consumo). En el caso de la calabaza “espagueti”, dijo, sí se ha utilizado esta hortaliza para producir presentaciones listas para consumir.
“El objetivo es darle un valor agregado a sus productos, pero manteniendo las propiedades funcionales y nutricionales, así como ampliar la oferta en los mercados”, indicó el académico.
Agregó que esta hortaliza es de gran relevancia económica para México, pues su producción, de acuerdo con datos de 2020 de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), en dicho año fue de más 131,000 toneladas (Sonora, Michoacán, Chihuahua y Guerrero encabezaron la lista de entidades con mejores cifras de cosecha).
A su vez, la nutrióloga Shain Zuñiga, integrante del Laboratorio de Antioxidantes y Alimentos Funcionales, y quien también estudia el doctorado en ciencias en el CIAD, comentó que esta época es la de mayor consumo de la calabaza, y que, tanto el Halloween como el Día de Muertos, son excelentes oportunidades para valorizar la importancia de incluir este alimento de nuestra dieta. Además de utilizar su cáscara con fines ornamentales, podemos aprovechar su pulpa para preparar alimentos en familia, con lo que incrementaremos el consumo de fibra y carotenoides con propiedades antioxidantes y, al mismo tiempo, evitaremos el excesos de azúcares que tanto daño hacen a la salud del consumidor.
Colaboración de Gustavo González Aguilar y Shain Zúñiga Martínez, integrantes del Laboratorio de Antioxidantes y Alimentos Funcionales del CIAD.