La importancia de desparasitarse periódicamente
Dentro de las Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA) se encuentran aquellos padecimientos causados por parásitos, organismos que pueden transmitirse a través del consumo de alimentos y agua contaminados, contacto con animales infectados y, en algunos casos, a través del contacto humano a humano.
Los parásitos pueden causar una amplia gama de problemas de salud en los seres humanos, desde males gastrointestinales hasta infecciones de gravedad que pueden conducir hasta la muerte.
Es importante destacar que la mayoría de estas infecciones son prevenibles si se toman medidas como cocinar adecuadamente los alimentos, lavarse las manos con frecuencia, desinfectar las frutas y verduras antes de consumirlas y evitar beber agua sin tratar. Además, es importante asegurarse de que los alimentos se almacenen adecuadamente y se mantengan a temperaturas seguras para prevenir su contaminación.
Dentro de los parásitos protozoarios que pueden contaminar los productos frescos y causar enfermedades en los seres humanos se pueden mencionar a Cryptosporidium parvum, Giardia lamblia y Cyclospora cayetanesis, los cuales producen quistes y constituyen la fase resistente responsable de la transmisión del microorganismo. Los quistes pueden permanecer en el medio ambiente por períodos de tiempo prolongados y seguir viables o en condiciones óptimas para causar enfermedad.
C. parvum causa gastroenteritis severa no tratable, y en individuos inmunodeficientes la infección puede provocar una mortalidad de hasta 50%. Un brote masivo en 1993 en Milwaukee, Wisconsin, que afectó a más de cuatro cientos mil personas, es considerado el brote de enfermedad asociado al consumo de agua más extenso en la historia de ese país. El potencial de contaminación de alimentos por C. parvum se demostró cuando, debido a la expansión de estiércol de ganado en un cultivo de manzana, se concluyó que esto ocasionó un brote de criptosporidiosis a través del consumo de jugo de manzana no pasteurizado.
G. lamblia también se ha reportado como la causa de varios brotes de gastroenteritis por consumo de hortalizas frescas en los Estados Unidos. El rápido incremento de brotes de cryptosporidiosis relacionados con agua de consumo humano y pasados brotes de giardiasis provocaron que se realizara un extenso monitoreo de detección de estos microorganismos en aguas superficiales de dicha nación. Estos estudios han indicado que es común detectar estos parásitos en tales depósitos, y que se espera que se encuentren presentes en casi todas las aguas superficiales, dado que los animales domésticos y salvajes son una fuente de contaminación.
En los últimos años, C. cayetanesis, otro parásito presente en casos de emergencia, también ha sido asociado con varios brotes de enfermedades ocasionados por el consumo de alimentos en el vecino país del norte.
A pesar de que se tomen las precauciones enlistadas al principio de este artículo, no existe total certidumbre de que estamos libres de parásitos, sobre todo si tenemos la costumbre de comer en restaurantes o establecimientos informales de venta de comida, por lo que se recomienda tomar desparasitantes regularmente.
Los desparasitantes son medicamentos seguros y efectivos que eliminan los parásitos del cuerpo. Estos fármacos se utilizan tanto para prevenir como para tratar infecciones, además de que ayudan a reducir el riesgo de complicaciones graves de salud, como anemia, malnutrición y enfermedades intestinales crónicas.
Los niños(as) y las personas con sistemas inmunológicos debilitados son particularmente vulnerables a las infecciones parasitarias y deben tratarse de manera oportuna.
Se recomienda desparasitarse cada seis meses como medida preventiva. El fármaco solamente debe ser indicado por profesionales de la salud, ya que su dosis depende de la edad y el perfil clínico del individuo.
Colaboración de Cristóbal Chaidez Quiroz, investigador de la Coordinación Regional del CIAD en Culiacán y director del Laboratorio Nacional para la Investigación en Inocuidad Alimentaria (LANIIA)