La lucha de las mujeres por su emancipación: el entramado entre la teoría feminista y la perspectiva de género (primera parte)
Los antecedentes[1]
Se menciona que el feminismo creo una nueva actora social. No obstante, aunque a lo largo de siglos las mujeres hemos sido las protagonistas en el desarrollo del hacer y el pensar feminista, el feminismo no es solo un asunto de mujeres, es un tema de justicia y democracia. Este paradigma sobre la igualdad es un impertinente, nos dice Nuria Varela, quien agrega que resulta muy fácil comprobarlo, ya que cuando se dice feminismo no solo los hombres se incomodan, sino también algunas mujeres; no gusta mucho escuchar el término. Pero ¿por qué decimos que el feminismo es impertinente, desde que nació?: porque, como lo mencionamos en el anterior escrito,[2] cuestiona a fondo todo el orden establecido: social, económico, político, doméstico, personal, sexual y amoroso.
Este movimiento social es complejo por su profundidad y es revolucionario porque ha sido originado por REBELDES, mujeres todas, que no estuvieron dispuestas a someterse a la voluntad del “otro”, mujeres ilustres, valientísimas y brillantes que se preguntaban por qué este orden es como es, por qué lo que es para el hombre no es para la mujer, por qué la idea de hombre se utiliza para referirse a lo humano, a lo universal. Y, siguiendo a Varela, no hay duda, esta es la fuerza y al mismo tiempo el temor sobre el feminismo y el prejuicio de hombres y también de muchas mujeres, ser la consecuencia de mucha rebeldía al decir: “¡No, yo no quiero esto para mi vida! De esta manera, el feminismo se hace pensamiento, forma de actuar y entender el mundo e irrumpe en las estructuras más profundas que conservan el orden social, político, filosófico, científico y religioso con mirada masculina, hasta cuestionar todas las estructuras que reproducen el sistema de este orden patriarcal: la familia, la pareja, la propiedad privada, el estado, la iglesia y la escuela.
Los ilustrados franceses, y también las francesas, iniciaron la defensa del derecho a la “igualdad, libertad y fraternidad”; sin embargo, las mujeres que se atrevieron también a cuestionar y declarar que estos derechos incluían a todos los seres humanos, es decir, también a las humanas, terminaron en la guillotina. De tal manera que, aunque existan precedentes que se pueden registrar como feminismo antes del siglo XVIII, se puede establecer que el feminismo es hija no deseada de la Ilustración, y de ahí las preguntas incómodas: ¿Por qué están las mujeres excluidas? ¿Por qué los derechos adquiridos solo corresponden a la mitad de la humanidad? ¿Dónde está el origen de esta discriminación? ¿Qué podemos hacer para cambiarla? Preguntas que las feministas, desde las distintas disciplinas y campos de acción, no hemos dejado de hacernos y que aún hoy, o más que nunca, en pleno siglo XXI, siguen siendo pertinentes aunque de distinta manera, unas menos relevantes y otras con más fuerza e importancia si consideramos lo grave e irracional de la situación actual en lo que a violencia hacia las mujeres se refiere.
Partiendo de realidades concretas el feminismo se articula como filosofía política y como práctica, expresándose en un gran movimiento social con ya más de tres siglos. En este transcurso, sus demandas, sus luchas y sus formas de expresión han cambiado, de tal forma que podemos hablar de distintos feminismos desde la Ilustración hasta nuestros días. Su surgimiento y su permanencia han sido inevitables pues han corrido por cuenta de mujeres no solo rebeldes, sino conscientes de la necesidad de cambiar su mundo para cambiar realidades. Esto no hubiera sucedido sin ellas preguntándose por qué eran excluidas de la Declaración de los Derechos Universales. Por ello es por lo que hemos dicho que el feminismo es teoría y práctica.
¿Qué querían las mujeres del siglo XVIII?, básicamente derecho a la educación, al trabajo, derecho en el matrimonio y en relación con los hijos, y derecho al voto, nada más. De estas trascendencias del feminismo en cada momento histórico, de sus demandas y sus diversas expresiones en las diferentes naciones, es sobre lo que podrás leer en siguientes boletines del CIAD.
[1] Este breve escrito está inspirado o articulado a partir de la lectura de la propuesta que hace en su libro Nuria Varela (Feminismo para principiantes, Barcelona, 2008). Se retoman las preguntas tal cual la autora lo hace, como las preguntas siempre eternas de las estudiosas feministas en la historia.
[2] “La lucha de las mujeres por su emancipación: el entramado entre la teoría feminista y la perspectiva de género (preámbulo)”, Boletín Digital CIAD 364, 3 de marzo de 2023.
Colaboración de Gilda Salazar Antúnez, investigadora de la Coordinación de Desarrollo Regional del CIAD