Las legumbres son realmente un cofre del tesoro de la salud, de acuerdo con profesores investigadores de la Coordinación de Tecnología de Alimentos de Origen Vegetal (CTAOV) del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD).
En un artículo recientemente publicado, los académicos Agustín Rascón Chu, Elizabeth Carvajal Millán y Alma Campa Mada, presentaron un estudio en relación a los avances científicos recientes sobre las legumbres.
En este trabajo se expone que, aunque las legumbres comprenden un gran número de especies de plantas dentro de la familia Fabaceae, la lista de las que son comestibles es menor y la de aquellas especies que la población consume por distribución y cultura es verdaderamente limitada.
Las más conocidas incluyen frijol, soya, habas, lentejas, chícharos y cacahuate, entre otras especies. Actualmente, el principal país consumidor de legumbres es Brasil, con el 19.7% del consumo acumulado de 2000-2007, seguido de la India, con el 19.7%; en tercer lugar se encuentra México, con 7.7%, y después Estados Unidos, con 6.6 (SE, 2012). Se estima que para el 2015 los primeros cinco países consumidores participarán en conjunto con el 57.7% del consumo mundial.
En general, las legumbres constituyen una valiosa fuente de proteínas, vitaminas del complejo B y minerales como el potasio, fósforo, calcio, cobre, hierro y zinc. Sin embargo, los hallazgos recientes demuestran que los beneficios a la salud por su consumo van más allá. En condiciones simuladas del proceso digestivo del tracto gastrointestinal con frijol de soya, alubias y frijol negro, se han identificado péptidos bioactivos con propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y cardioprotectoras, con efectos benéficos en padecimientos crónicos como diabetes, obesidad y cáncer.
Las lentejas, el frijol azuki y el frijol común han mostrado un perfil sobresaliente de ácidos grasos poliinsaturados, ácidos oleicos y linoleico, que constituyen compuestos con efectos cardioprotectores. Además, germinados de mungo y soya presentan actividad antihipertensiva. Evidentemente, comentaron los investigadores, dichos hallazgos requieren de más investigación para confirmar su potencial, aunque el resultado actual es muy prometedor.
Posibilidades y expectativas
Los investigadores del CIAD explicaron que son varios los autores que señalan que las pectinas de diversos frutos actúan contra el cáncer, combatiendo la metástasis, por lo que explorar la capacidad de las pectinas de las legumbres podría resultar interesante en la investigación científica en el corto plazo. Asimismo, manifestaron que el consumo de legumbres se ha asociado con un menor riesgo de diabetes tipo 2. Estos hallazgos, apuntaron, ponen de manifiesto el potencial de las legumbres en la dieta para prevenir enfermedades, así como para disminuir los riesgos de padecer las dos afecciones principales que aquejan a la sociedad mexicana: obesidad y diabetes.
Agregaron que estos hallazgos hacen de las legumbres un repositorio químico de la naturaleza para las nuevas tendencias de consumo de una población más informada y proactiva y sostuvieron que es alentador pensar que, con un manejo dietario, la prevención de problemas cardiovasculares, obesidad y diabetes pueda incluir legumbres específicas en el consumo diario.
Puede consultar el artículo original en la edición enero-febrero 2018 de la revista Industria Alimentaria, disponible en el siguiente enlace electrónico: http://www.industria-alimentaria.com.mx/2018-2/.