Más de 8 mil lobos marinos que habitan en el Golfo de California, en edad de cría y adulto, podrían morir este año a causa de la presencia de “El Niño”, reveló el doctor Juan Pablo Gallo Reynoso.
El titular de Laboratorio de Ecofisiología del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), informó que a lo largo del Golfo habitan cerca de treinta mil lobos marinos, distribuidos en trece islas.
Adelantó que este año se prevé un mayor varamiento de los animales por la falta de disponibilidad de los peces como sardina huachinango y otros de talla pequeña, que sirven de alimento para las hembras.
El CIAD y la Conanp (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas), informó, están a la espera de que se autoricen recursos para investigar los efectos del cambio climático en los lobos marinos.
“Queremos ver que está pasando, se está viendo un cambio de especies, el agua está cambiando de temperatura, pero como ya tienen ‘loberas’ más al Sur no creemos que les haga mucho daño a menos que la sardina desapareciera, se fuera al Pacífico”, consideró.
EN EL SUR DEL ESTADO
Las islas del sur de Sonora, indicó, son más afectadas con estos fenómenos porque están más limitadas de recursos, mientras que en el Alto Golfo gozan de más especies marinas.
Gallo Reynoso recordó que en 1983 y 1992 los efectos de “El Niño” provocaron estragos en la población de lobos marinos, pero poco a poco se ha ido recuperando, sin mostrar crecimiento desde los años ochenta
“Aunque hasta el momento ‘El Niño’ se ha presentado de mediana intensidad, por ser el segundo año consecutivo se prevé que el efecto en esta especie sea fuerte, por ejemplo en la isla San Pedro Nolasco hay una población que fluctúa en 790 y con ‘Niños’ se refleja una disminución de 100 animales”, externó.
La competencia con el hombre por la pesca de especies marinas, indicó, es otro efecto negativo para las áreas de ‘loberas’ porque, al igual que con un “Niño”, las hembras deben viajar más lejos para alimentarse y así darle leche a las crías.
“El viajar más lejos les cuesta energía a las mamás, lo que indica que tendrán menos leche y eso se traduce en mortandad”, subrayó.
Antes de 1979, expuso, los lobos marinos eran explotados industrialmente para la caza de tiburones, elaboración de alimento para perros y la fabricación de bandas de piel para maquinaria, y en 1994 se reconoció como especie protegida en la NOM 059, al detectarse una reducción considerable en su población.
Colaboración de Yesicka Ojeda, reportera del periódico El Imparcial
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