Logran secuenciar el genoma del mango
María Auxiliadora Islas Osuna, académica del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), colaboró en un proyecto internacional que logró la secuenciación del genoma de la especie Mangifera indica, el árbol del mango.
Con el objetivo de obtener el genoma de dicho fruto, se formó un consorcio integrado por investigadores de Australia, Estados Unidos, Israel, Italia y México. Los resultados acaban de ser publicados en la revista BMC Plant Biology de la editorial Springer Nature (https://bmcplantbiol.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12870-021-02858-1).
La participación de Islas Osuna consistió en el análisis de genes relacionados con la calidad de los frutos, en particular con la firmeza y la producción de vitamina C. Su incorporación al equipo fue por invitación de David Kuhn, investigador del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), líder del proyecto, después de conocer los resultados de la investigadora del CIAD sobre transcriptomas de mango, los cuales presentó en el congreso anual de genómica de plantas y animales (Plant & Animal Genomes) en San Diego, California, en 2016.
En este proyecto también participaron Ian S. E. Bally , Aureliano Bombarely, Alan H. Chambers , Yuval Cohen , Natalie L. Dillon , David J. Innes , David N. Kuhn , Lukas A. Mueller , Ron Ophir , Aditi Rambani, Amir Sherman y Haidong Yan, y tomó alrededor de cinco años de desarrollo.
Una herramienta para la investigación
La experta del CIAD explicó que para poder mejorar una planta hay que conocer los genes relacionados con su calidad. “Si nos interesa seleccionar árboles de mango que produzcan fruto con mayor contenido de nutrientes o que maduren más despacio en el mercado, hay que identificar las instrucciones moleculares en su ADN”, señaló.
Puntualizó que la genómica no implica modificar las plantas, sino seleccionarlas con base en las características de interés.
En esta investigación se descifraron las instrucciones moleculares de la planta del mango, es decir su material genético, el ADN necesario para su funcionamiento (desarrollo de la planta y producción de sus frutos) y la transmisión de las características deseables a la descendencia. Asimismo, se obtuvo información detallada sobre los miles de genes involucrados en el crecimiento y desarrollo normal de esta planta.
Gracias a esta iniciativa, la comunidad académica internacional podrá consultar el genoma gratuitamente en un portal bioinformático particular donde está depositado (www.mangobase.org), el cual permite acceder fácilmente a cualquier parte del genoma, así como extraer o analizar la secuencia ahí depositada.
El mejoramiento de una especie
La responsable del Laboratorio de Genética y Biología Molecular de Plantas de la Coordinación de Tecnología de Alimentos de Origen Vegetal del CIAD indicó que, con esta información, es posible dirigir el mejoramiento genético a nivel molecular de los cultivares del mango para obtener una producción superior, con frutos de mejor calidad y resistentes a enfermedades. Por ejemplo, expuso, un objetivo del mejoramiento molecular sería identificar las regiones del genoma del mango que regulan la resistencia a la antracnosis (enfermedad causada por hongos). Para lograr lo anterior, se requiere identificar cuáles genes se asocian a la característica particular y cuáles variantes de los genes se heredan. En el mejoramiento genético tradicional, la ruta sería realizar las cruzas, identificar híbridos verdaderos, crecer los árboles hasta su madurez y colectar los datos fenotípicos, lo cual toma, por lo menos, siete años. Con el mejoramiento genético molecular, subrayó, se acortará el tiempo para la obtención de cultivares con características deseables hasta a un máximo de tres años.
Un fruto valioso nutricional y económicamente
El mango se conoce como “el rey de las frutas” y es muy importante para la economía de México. Actualmente México ocupa el quinto lugar en producción y el primer lugar en exportación de mango a nivel mundial, comercializando este fruto en veintiocho países. Para tener una idea de su alcance, podemos imaginar que uno de cada veinticinco mangos consumidos a nivel mundial se produjo en México, lo cual representa una derrama económica para la nación de casi ochenta millones de dólares anualmente.
Islas Osuna comentó que el mango contiene más de veinte diferentes tipos de vitaminas y minerales. En 124 gramos de este fruto, dijo, ingerimos el 50% de la vitamina C que requerimos diariamente y el 8% de la vitamina A y de la vitamina B6. También contiene un 7% de la fibra diaria requerida y es una buena fuente de ácido fólico y cobre, aportando el 15% de la demanda diaria para un buen estado de salud.
Agregó que sus compuestos bioactivos y antioxidantes incluyen la mangiferina, flavonoides (quercetina, catequina y epicatequina), galatoninos, ácido gálico y ácido elágico. Estos compuestos favorecen la salud cardiovascular, intestinal y de la piel en los consumidores. Además, es una fruta deliciosa y dulce que no cae pesada al consumirla y se puede disfrutar fresca, con chile, en ensaladas, en licuados, jugos, mermeladas y de muchas maneras. Por último, la investigadora manifestó que el mango consumido moderadamente puede ser adecuado hasta para personas que buscan reducir su peso, por su contenido de fibra y vitaminas.