Los beneficios de la nuez pecana para la salud
Con la llegada de la época decembrina, la nuez pecana aparece como protagonista de muchos platillos y postres. La nuez pecana es un ingrediente que, además de contribuir en dar un toque especial de sabor a nuestros alimentos, beneficia a la salud con sus propiedades nutricionales.
Se ha visto que la adición de nuez pecana a ensaladas proporciona sabores nuevos y complementa la cantidad de nutrientes, en especial los lípidos que no contienen los vegetales. Este fruto también suele adicionarse a productos de panificación y algunas bebidas tipo yogur, entre otros.
Existe evidencia científica de que el consumo de frutos secos, grupo alimenticio al cual pertenece la nuez pecana, conlleva beneficios como la reducción del nivel de lípidos séricos, así como la ralentización del estrés oxidativo. En particular, la nuez pecana es una fuente rica en ácidos grasos insaturados, fibra, fitoesteroles y antioxidantes como la vitamina E y polifenoles.
Aunque son bastante bien conocidos los efectos de reducción del colesterol y triglicéridos en sangre, atribuidos particularmente al contenido en aceites de buena calidad, se ha pasado por alto el poder antioxidante de los polifenoles presentes en el fruto.
Académicos(as) del Laboratorio de Antioxidantes y Alimentos Funcionales del CIAD en Hermosillo y en la Coordinación Regional Cuahtémoc han estudiado distintos extractos (Carya illinoinensis) ricos en polifenoles, incluyendo los de la nuez pecana. En colaboración con investigadores de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (Laura A. de la Rosa, Alma A. Vázquez Flores, Jazmin Stevens-Barrón y Emilio Álvarez-Parrilla) han descubierto, tras analizar este fruto, sus efectos antioxidantes, antiobesidad, antidiabéticos y anticancerígenos.
Los esfuerzos colaborativos han encontrado que el suministro de extractos de nuez en la dieta en un modelo murino es capaz de regular los niveles de triglicéridos en sangre, así como promover la actividad de algunas de las principales enzimas antioxidantes.
Por último, el equipo de investigación subrayó que para que un alimento pueda ejercer sus beneficios funcionales y nutracéuticos en la salud humana, es importante recordar que se debe consumir con moderación en el contexto de una dieta balanceada y realizar actividad física moderada diariamente.
Colaboración de Gustavo González Aguilar, investigador de la Coordinación de Tecnología de Alimentos de Origen Vegetal del CIAD, y Emilio Álvarez Parrilla e Isela Olivas, académicos de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.